Lleva a Coachella a la luna

AutorOmar Magaña

INDIO, California.- Roger Waters fue, definitivamente, el acto de convergencia en la jornada dominical del Coachella Music and Arts Festival con todo y que Justice confirmó, casi en paralelo, la popularidad que se ha ganado en el último par de años.

Los jóvenes con playeras negras en la que estaba impresa la portada del Dark Side of the Moon comenzaron a deambular por los distintos escenarios del encuentro desde la tarde, pues se anticiparon al directo que dio cierre a la tercera y última jornada de conciertos en el Empire Polo Field de Indio, California: el del ex líder de Pink Floyd.

Varios de ellos esperaron por el británico y tuvieron que agitarse al ritmo del alocado Gogol Bordello y su punk gitano con toques de Mano Negra, alrededor de las 15:00 horas, otros más esperaron con cara de enfado y envueltos por una temperatura que mediaba los 38 grados centígrados hasta que cayó la noche y llegó Waters, quien iluminó el desierto con su show.

Si en el área del festival había pocas personas en el arranque de la jornada, justo cuando Austin TV subió al escenario principal, al caer la noche aquello se pobló por los ansiosos que esperaron desde temprano así como por la multitud que ingresó hasta que el concierto de Waters estaba por empezar, a las 20:30 horas.

Waters logró lo que otros actos populares, Fatboy Slim en la noche del viernes o Prince en la del sábado: absorber la variedad de públicos de los tres escenarios pequeños en torno a ellos.

En la noche de cierre, sin embargo, había una disyuntiva, por un lado estaba la opción de escuchar un clásico como Waters y por otra, bailar y sudar con un acto de la vanguardia electrónica: el de Justice, que presumió su espectacularidad visual, al igual que el británico.

Una buena opción era contemplar el directo de Waters en su totalidad, desde las 20:30 hasta las 23:30 horas, y dirigirse corriendo hasta el otro extremo del campo donde Justice agrupó a una comunidad de alrededor de 20 mil personas.

Cada uno de los conciertos estelares tuvo su particularidad y su forma de conquistar los sentidos, Waters utilizó el sonido envolvente instalado en un área circular frente al escenario para impresionar e incluso asustar a la audiencia con los efectos sonoros contenidos en el sicodélico Dark Side of the Moon, a diferencia de los directos que dio en México, un avión sobrevoló del campo de polo y roció papeles...

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