Llega... ¡y por la puerta grande!
| Autor | Rebecca de Alba |
Nunca se había presentado en Nueva York y cuando lo logró, resultó todo un éxito pues no sólo cantó en el Metropólitan, sino que sustituyó a Pavarotti y lo hizo ante el público estadounidense.
"Hace nueve años me llamaron del Metropólitan debido a que Pavarotti había cancelado las funciones y justamente interpretaba a Edgardo de Lucia, ese personaje que es uno de los que más amo. Hice la función y obtuve un éxito fabuloso, nunca había cantado en Estados Unidos. Llegue por la puerta grande ¡Al Metropólitan de Nueva York y sustituyendo a Pavarotti!", recuerda.
Y con el mismo entusiasmo que habla de su trayectoria, el tenor mexicano se refiere a su familia.
"Estuve con mi hijo dos meses en Europa, me oyó cantar varias veces en Viena y es mi fan número uno, pega gritos tremendos: ¡bravo papá! y toda la gente voltea sorprendida, "está feliz" haciéndome señas de "así muy bien", esas cosas nos unen", dice Vargas.
R: Vienes, como tú dices, del esfuerzo y continúas en la lucha...
RV: El que es intolerante nunca está contento, si te llegan las cosas fáciles dices ¡a caray! no me costo nada, si te llegan difíciles dices nadie me lo ha regalado, si estás a la mitad entonces piensas "no me esforcé lo suficiente". Se vuelve una lucha para entenderse a uno mismo, para superarse y para apreciarse, en fin, es difícil.
R: Cuéntame qué pasó en tu debut en el 83.
RV: La primera vez como solista fue en 1970, como niño; se interpretó por primera vez la misa del Papa Marcello de un compositor muy antiguo que era Palestrina, uno de los padres de la música actual, estamos hablando de la música que hizo en 1500. En esa ocasión yo canté mi primer solo aquí en Bellas Artes junto con cuatro chiquitos.
R: ¿Eres un hombre que se proyecta hacia el futuro visualizándose?
RV:Eso es algo que he aprendido en los últimos años, a visualizarme en el futuro, antes no. Vivía y disfrutaba como venía, como me decía el director del coro, "Ramón disfruta este periodo de tu vida porque a lo mejor es el más bello" y yo no lo entendía.
R: Una vez leí que en el proceso de la creación los artistas sufren y una vez que ya está terminado, por fin respiran y pueden sonreír.
RV: Sí, el problema es cuando tú nunca estás satisfecho con lo que haces, te cuesta trabajo sonreír, pero he aprendido a hacerlo, sonrío frecuentemente y no nada más por el canto.
R: La disciplina y la constancia son grandes compañeras ¿no?
RV: La constancia es un valor importante para mí porque la utilizo ahora mejor con...
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