Llega la ola naranja

AutorClaudia Zapata

REFORMA/Enviada

LA HAYA.- Sin hacer muchas olas, la "marea naranja" ha crecido a un punto tal que Holanda se ha convertido desde 1998 en el segundo país con más inversiones directas en México. Mientras gigantes como Unilever, Philips y Akzo Nobel amplían sus negocios en México, de este lado del Atlántico, Marco Van Diessen, gerente de Cordstarp -una empresa fabricante de flejes de poliéster y sistemas de trincaje- prepara su curso para instalar en Monterrey, en agosto del 2001, su primera subsidiaria en tierras latinoamericanas.

Cordstarp es sólo una de las pequeñas y medianas empresas que han puesto sus ojos en México.

"Nosotros detectamos que las pequeñas y medianas empresas empezaron a investigar sobre México antes de la firma del Tratado de Libre Comercio, y a partir de 1999 se empezaron a desarrollar diferentes proyectos (con inversiones de entre 15 y 20 millones de dólares)", refirió Sergio Ríos, consejero comercial de Bancomext para Benelux y los países nórdicos.

Según cifras oficiales, en junio pasado sumaron ya 593 las empresas con capital holandés en México.

Juntas acumularon inversiones durante los últimos seis años por 5 mil 070 millones de dólares -equivalentes al 8 por ciento de toda la Inversión Extranjera Directa, IED, en el periodo-, según registros de Secofi.

Annemarie Jorritsma, Ministra de Economía de los Países Bajos, indicó que la estabilidad económica y política de los últimos años han sido los factores que gustan y atraen a los inversionistas y exportadores holandeses.

Pero sin duda los acuerdos de libre comercio con Norteamérica y la Unión Europea han sido los detonadores, reconoce Robert A. Vornis, Embajador de los Países Bajos en México.

"(Con los tratados) México se sitúa como un puente entre dos de los principales mercados del mundo", dice Vornis.

"El mercado nacional es sustancial y con un potencial enorme de crecimiento, por lo cual es lógico que México atraiga a muchos inversiones, y los Países Bajos, en general, han tenido una presencia en lo económico a nivel internacional", manifiesta.

Si bien, las empresas holandesas en México tienen la mira en el exterior, Vornis indica, que es claro que el mercado local juega el papel más importante para establecerse en el país.

Para Jorritsma la relación comercial entre México y Holanda se podría definir como buena y con oportunidades interesantes para crecer, apoyadas por la firma del TLCUE.

De acuerdo con datos proporcionados por la Secretaría de Economía, en 1999...

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