Son la llave al enigma

AutorRolando Herrera

Un cabello, una gota de sangre, un pedazo de carne en las uñas de la víctima o la saliva dejada en una colilla de cigarro son las llaves que pueden abrir la puerta para resolver el enigma en una investigación criminal.

Su preservación en el lugar y condiciones exactas en las que quedaron son fundamentales para explicar qué fue lo que ocurrió y demostrar la culpabilidad de las personas que participaron en un delito, señala Manuel Laureles, perito en Jefe de la Procuraduría General de Justicia del DF.

La alteración de estos elementos, denominados jurídicamente indicios, sentencia Pedro Estrada, Coordinador de Servicios Periciales, podría hacer que una investigación se desplome y el caso nunca sea resuelto.

"Es muy importante que no se contamine, que no se muevan de su lugar los objetos, por ejemplo los casquillos, que no se pisen las colillas de cigarro, las manchas de sangre", indica Laureles.

Y es que cada uno de los elementos que se encuentren dentro del lugar de los hechos, dijo, va a aportar información para la resolución de un caso.

Por ejemplo, las huellas dactilares o los conjuntos celulares son clave para demostrar que un sospechoso estuvo presente en la escena del crimen.

La presencia de cartuchos de diferentes calibres, dice, invariablemente va a remitir a la utilización de más de un arma y por tanto, quizá, a la actuación de distintos delincuentes.

La distribución de las manchas de sangre, la posición del cadáver, la presencia de orificios producidos por las balas, la orientación de los cartuchos percutidos ayudan a elaborar un dictamen de mecánica de hechos, que explica cómo ocurrieron los acontecimientos.

La primer obligación de todo investigador o policía, dice, es preservar el lugar de los hechos, para ello se acordona, si se está en un lugar abierto o se asegura en caso de que se encuentre en un espacio cerrado.

El acordonamiento, que en teoría debería de ser de 50 metros a la redonda, se realiza con una cinta amarilla que indica que el paso está restringido, en tanto que el aseguramiento en un lugar cerrado es mediante la vigilancia de policías en los accesos al inmueble.

Los propios peritos, dice, no están exentos de alterar los indicios al momento de querer fijarlos o recolectarlos, por lo que esto lo hacen con sumo cuidado utilizando guantes, pinzas, brochas, pipetas y otros instrumentos que impiden el contacto directo de los objetos o sustancias.

En un lugar de los hechos, explica, se pueden obtener indicios físicos...

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