Con las llamas en los aparejos

ZAPOPAN.- "¡Hijos de su pu.. madre!, ¡dejé a mis hijas encerradas!", grita Fátima, mientras corre por la calle, con las manos empuñadas, para ver a sus tres niñas, en la Colonia La Venta del Astillero.

Ayer por la mañana se enteró de que el incendio en el Bosque La Primavera estaba controlado, pero no habría clases; como no encontró quién las cuidara, dejó a sus hijas -de 13, 11 y 5 años- dentro de casa.

Pero el viento jugó chueco. Cambió de dirección e intensidad. Las llamas en el Área Natural Protegida (ANP), en La Venta del Astillero, revivieron. Bufaron. Consumieron todo a su paso: hierba, basura, llantas.

Y el reporte de que "estaba controlado", con el cual se fue a trabajar, cambió.

Afortunadamente no estuvieron en riesgo, un vecino de Fátima sacó a las tres niñas. Otros hicieron lo mismo con otros menores que estaban en sus casas, ante la amenaza del incendio que comenzó a enfilarse hacia la colonia.

Los colonos subieron a sus azoteas a presenciar el temible espectáculo: Un humo que se disipa un segundo y, por arte de magia, un flamazo calcina, en un instante, decenas de ramas altas que había en un lote abandonado.

Una ráfaga de aire caliente penetra por la nariz y la boca obligando a toser. La piel se quema. Los ojos arden y se enrojecen. Es momento de huir.

Los vecinos de la Calle Tabachines salen de sus casas. Una joven llora y corre mientras que usa su cuerpo como escudo para proteger al bebé de 6 meses que lleva en brazos.

Las hijas de Fátima y otros niños son congregados en la parte alta de la calle. Los adultos regresan a...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR