Llama a ser sinceros

AutorCristopher Sainz

Antes de que la ceniza tocara las frentes de los fieles en la Catedral ayer, el mensaje litúrgico fue muy claro: que la Cuaresma se haga con sinceridad y arrepentimiento real, no con hipocresía.

"Cuando des limosna que no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha para que tu limosna quede en secreto y tu Padre generoso te recompensará. Cuando ustedes hagan oración, no sean como los hipócritas a quienes les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas para que los vea la gente. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú, en cambio, cuando vayas a orar, entra a tu cuarto, cierra la puerta, y ora ante tu Padre que está ahí en lo secreto y tu padre que ve en lo secreto te recompensará.

"Cuando ustedes ayunen no pongan cara triste como esos hipócritas que descuidan la apariencia de su rostro para que la gente vea que están ayunando; quédense tranquilos que de seguro ya recibieron su recompensa", se escuchó en el Evangelio previo al ritual del Miércoles de Ceniza.

El Cardenal de Guadalajara, José Francisco Robles Ortega, fue más suave. Evadió la palabra hipocresía, pero con la misma intención le pidió a la feligresía que su penitencia y conversión fuera verdadera y no por llamar la atención del de al lado.

"Lo más importante es nuestro interior, una convicción sincera, un deseo franco, un deseo verdadero de apartarnos del mal para hacer el bien, y la...

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