Literespacio / Balazos y más balazos

AutorDulce María González

Para el fin de semana, un recuento mínimo. Mencionar un par de nombres a manera de homenaje a quienes estuvieron aquí, como ahora nosotros, y sacrificaron lo más preciado a cambio de un arma y un plato de frijoles. La vida con tal de andar en la bola. Necesidad y pertenencia obligaban tal como sucede hoy en los niveles inferiores de los cárteles.

No se puede empezar con otro que no sea el bandido más famoso y más grande. El inigualable y carismático. El héroe de los rizos negros y la mirada hipnotizadora. El famoso Pancho Villa de Katz, de Paco Ignacio Taibo II, y, principalmente, el de Nellie Campobello, que, en Cartucho, su famoso libro autobiográfico, lo venera como a un dios.

El gran héroe de Campobello, entonces, o el Villa arrebatado de Paco Ignacio, o el personaje de las anécdotas populares y las canciones. El legendario guerrero que se vendió en exclusiva a un estudio de Hollywood y con la paga compró municiones, el Villa al que los Madero seguían como a un profeta, el de los lingotes de oro y el ferrocarril, el que atacaba de noche, el que no dormía para que no lo pescaran en curva los pelones.

El gran Villa y más abajito cualquiera de los otros. Carranza, que al parecer no es atractivo para nadie, puesto que no hubo genio del crack ni biógrafo de...

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