La creación literaria

AutorJosé Antonio Marina y María de la Válgoma

De la anécdota a la categoría

Todo proceso creador -incluido el literario, pero no sólo el literario- pasa por tres etapas: el proyecto, los procesos de búsqueda y las actividades de evaluación. Al hablar de creación no estamos refugiándonos en un concepto vago. Crear es producir intencionadamente novedades eficaces. No toda novedad es creativa. Recorrer el mundo a pata coja y recitando la tabla de multiplicar sería novedoso, pero no pasaría de ser una extravagancia. El ingenio va más allá y procura unir la novedad con la gracia. En España tenemos una tradición de ingeniosos que han sido grandes escritores: Quevedo, Valle-Inclán, Gómez de la Serna, Umbral. Nos hemos acordado de Ramón Gómez de la Serna, que en cierta ocasión comenzó una conferencia recitando el siguiente poema:

Como soy un poeta modernista,

original y nuevo,

ahora mismo me siento

y pongo un huevo.

Así lo hizo, y no nos cabe duda de que el efecto debió de ser desternillante. Más allá del ingenio, la creación busca movilizar emociones más profundas y aguzar la mirada. En fin, la calidad del proyecto va a determinar la alteza de la actividad. Todas las operaciones mentales se reorganizan al integrarse en proyectos. La realidad entera se amplía, dando de sí nuevas posibilidades. Enmarcada en proyectos rutinarios, nuestra inteligencia se convertirá en inteligencia rutinaria. Enmarcada en proyectos creadores, se hará inteligencia creadora. Entendemos por proyecto una irrealidad pensada a la que entrego el control de mi conducta. Una vez entregado el control al proyecto, éste reorganiza todas las actividades. El proyecto de escalar una montaña determina mis operaciones mentales, que quedan subordinadas a él, sometidas a sus órdenes. Si hemos de elegir una vía de ascenso, buscaremos los pasos accesibles, calcularemos las distancias y comentaremos el plan con otros expertos. La cumbre que desde la lejanía nos llama se ha convertido en rectora de nuestros actos porque le hemos conferido ese papel. Al conjuro del proyecto el régimen de la vida mental se altera por completo; percibimos significados que antes estaban ocultos, las rocas responden a nuestras preguntas, una insignificante fisura se vuelve significativa y la ladera de la montaña muestra una locuacidad fantástica. Así suceden las cosas. Los proyectos transfiguran las operaciones mentales, las cuales transforman, enriquecen y amplían la realidad convertida en campo de juego, en escenario de la acción. Por tanto, la textura de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR