Línea 10

Para tumbar una obra ilegal se necesitan dos cosas: un año de denuncias vecinales y un sismo, ¡nada más!

Por más que en la Condesa denunciaron insistentemente la torre con pisos de más y un helipuerto en Nuevo León 238, la Delegación Cuauhtémoc de Ricardo Monreal y el Invea de Meyer Klip casi que dieron el avión a los vecinos.

Decían que un amparo impedía cualquier maniobra, pero aunque el recurso aún no se resuelve, ahora sí, el subsecretario de Gobierno, Guillermo Orozco, ya salió al quite anunciando una demolición.

O sea, para actuar, tuvieron que esperar a que un temblor exhibiera los peligros de aquella ilegalidad. Bueno, ya sólo queda otra duda: ¿quién pagará los edificios rotos?

En teoría, la Asamblea Legislativa volverá a sesionar mañana en su sede de Donceles y Allende.

Los diputados no han visto el dictamen de seguridad del inmueble, pero según les dijeron, todo bien y regresan el miércoles.

Sus oficinas del Zócalo serán reabiertas en unos días más, sin embargo, las de...

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