Línea 10

Entre los panistas de cepa se le llamaba "camaradería castrense" a la competencia interna en buena lid: el que perdía, reconocía y nada de mandar al diablo las instituciones albiazules.

Pero eso fue hace muuucho tiempo: la última vez que una elección para dirigente nacional no terminó a gritos y sombrerazos fue allá por 2002 cuando Carlos Medina Plascencia le levantó la mano a Luis Felipe Bravo Mena.

Desde entonces en el PAN no conocen una elección tersa. Cuando ganó Manuel Espino, el mismo Medina se fue sin darle ni la mano y vino la purga interna.

En 2007 Espino sí aplaudió a Germán Martínez... pero nomás para la foto, pues poco después se dio el rompimiento. La llegada de César Nava fue en solitario pues los anticalderonistas le hicieron el vacío debido a la inconformidad que provocó su imposición.

Luego fue el choque entre Gustavo Madero y Roberto Gil, en el que las órdenes cruzadas que mandó Felipe Calderón terminaron por dejar a todos confundidos. El pleito con los calderonistas se extendió cuando Madero compitió contra Ernesto Cordero y éste también se fue azotando la puerta.

Dados los antecedentes, ¿cómo terminarán tras la elección de hoy Ricardo Anaya y Javier Corral? Nunca ha sido impugnada en tribunales una elección interna de dirigente nacional. Hasta ahora.

Con eso de que es más fácil atinarle al Melate que al crecimiento de la economía nacional, comienzan a escucharse voces en diversos sectores planteando la posibilidad...

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