Línea 10

EL ESCÁNDALO alrededor de Juan Camilo Mouriño se ha convertido en la peor crisis que ha enfrentado el gobierno de Felipe Calderón.

Quienes saben cómo se manejan los hilos del poder, identifican cuatro factores clave para entender la magnitud que ha alcanzado el problema.

De entrada, se habla del "fuego amigo", es decir que los famosos contratos fueron entregados a Andrés Manuel López Obrador por alguien del propio equipo calderonista.

Luego está el hecho de que el PRI sigue jugando a que un día arropa a Mouriño y al día siguiente le sigue la corriente a los perredistas, como para demostrarle al Presidente que el amor tricolor tiene precio pero no es incondicional.

A esto hay que sumar la evidente factura que le están cobrando los medios electrónicos al gobierno federal, sirviendo como caja de resonancia a las acusaciones contra el secretario de Gobernación.

Obviamente, la cereza de este coctel molotov radica en la cercanía de Juan Camilo con Calderón y el mal manejo mediático que le han dado al asunto, lo que explicaría el por qué la bola de nieve se convirtió en tormenta.

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Y MIENTRAS Mouriño se atrinchera en su despacho del Palacio Cobián, sigue creciendo la lista de apuntados a sucederlo.

A los panistas que ya se han mencionado ahora hay que sumar al ex procurador Antonio Lozano Gracia, el senador Ricardo García Cervantes y hasta...

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