Línea 10

TODO parece indicar que en la Secretaría de Seguridad Pública ya nadie se salva de los arrestos, ni siquiera los jefazos, pues los directores se han dedicado a repartir sanciones como si fueran caramelos.

Dicen los enterados que varios mandos policiacos ya han sido sancionados en este año, tal y como le sucedió al Jefe del Sector Balbuena, quien por no cumplir órdenes de Gabriel Regino, subsecretario de Seguridad Pública, tuvo que apechugar y quedarse detenido.

Cuentan que el Jefe Balbuena estuvo encerrado en las instalaciones del Agrupamiento de Granaderos, ubicadas allá por el rumbo de Jardín Balbuena, para expiar su desobediencia como hubiera sucedido con cualquier policía raso.

Otro ejemplo del rigor con que se aplican los castigos al interior de la SSP fue el ocurrido el día 25 de diciembre, cuando escapó un elemento que había sido arrestado por ingerir, junto con su pareja, varias botellas de alcohol en horas de servicio.

Por esta evasión, los uniformados que estaban comisionados a la vigilancia de los arrestados, tuvieron que quedarse en su lugar detenidos durante 24 horas.

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LOS QUE...

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