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PARECE que Cuauhtémoc echa de menos las plumas.

No las del penacho de su antepasado Moctezuma, sino las que se usan para desplegar el poder de su firma.

Nadie sabe si Cuau va a firmar autógrafos o a palomear las listas de suspirantes perredistas, pero de que tiene lana, vaya que la tiene.

Para muestra, el michoacano se fue a dar una vueltecita por la tienda Cartier en Polanco, a ver qué chuchería se le antojaba.

Los ojitos le brillaron cuando ante él apareció una Mont Blanc.

De volada echó mano de la chequera para hacerse de la plumita.

Para nada le dolió al Inge soltar 10 mil pesitos, con tal de no quedarse con el antojo.

Como no anda ni en Metro ni en micro, difícil será que alguien se la pudiera robar.

OTRO que mañana mismo tendrá su Mont Blanc será el vecino mayor del Edomex.

Y es que este viernes el Gober Arturo Montiel llegará a sus 56 primaveras.

Una de sus admiradoras ya se estuvo moviendo para hacerle un regalín al jefe, de acuerdo con su jerarquía.

Para no quedarse atrás, decidió comprarle una plumita al Gober.

No le dolió desembolsar poco más de 850 dólares; lo importantes es sorprender a don Arturo.

A diferencia de la de Cuau, la plumita de Montiel será un polígrafo 1 de malaquita jade.

Pero una ventaja adicional es que el regalito tendrá grabado el nombre de A. Montiel R.

No, pos así ni coraje da cumplir un año más...

LUEGO por qué le dicen que es todo un dinosaurio.

Mal chascarrillo se aventó ayer Jesús Silva Herzog al invitar a su rival Roberto Campa a dirimir sus diferencias políticas en un partidito de tenis.

Qué necesidad había de recordar al niño de oro de Los Pinos, como fue bautizado José López Portillo luego de jugar un...

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