Línea 10

BUEN CANDADO le puso la Procu al asunto de la coca en el cuerpo de Paco Stanley.

Airadas protestas de familiares y amigos causó el anuncio de que el extinto conductor de televisión consumía coca.

Ante las cámaras de TV mostraron su indignación y llamaron al Procurador mentiroso y calumniador, pues dicen que el Pacorro no tenía esos vicios.

Como para echarle hielo al asunto y poner un estáte quieto a los familiares, la Procu dice estar dispuesta a desenterrar el cadáver y que una instancia neutral practique los exámenes.

Con eso pone contra la pared a sus detractores, pues en primera instancia estaría la negativa de los familiares a profanar la tumba.

Pero si este escollo fuera salvado, estaría el riesgo latente de que se confirmara el diagnóstico, y ahí si no quedaría ninguna defensa.

ENTRE más le rascan al asunto, más dudas quedan en el aire sobre las actividades de Stanley.

Por ejemplo, por qué iba tanto a Culiacán.

¿Por qué traía tantos medicamentos para el estómago y gotas para ojos y nariz?

Dicen los enterados que el consumo de cocaína causa trastornos estomacales y un poco de irritación en nariz y ojos.

Por supuesto que ello no representa ninguna prueba, pues no todo el que use estos medicamentos anda en malos pasos.

Un asunto bastante raro es la reiterada negativa de Stanley a recibir protección policiaca, aún cuando ya había sido asaltado varias veces.

Es más, todas las víctimas del atentado del lunes cuentan con protección policiaca, excepto Bezares, quien no la quiso.

Y si Paco tenía una credencial que le permitía portar armas, ¿por qué no traía ninguna?

Que conste que son preguntas.

CAMBIANDO de línea, en la mismísima sede del PRI nacional anduvo ayer Arturo Montiel.

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