Línea 10

¡PAREN OREJA, paren oreja! ...sobre todo los empleados de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal y los vecinos de la Colonia Doctores, donde se encuentra el búnker.

Todos ellos deben tener cuidado con lo que sale de sus bocas durante sus pláticas particulares, pues todo indica que hay pájaros en el alambre.

Según comandantes y demás personal de la dependencia capitalina, cada día están más convencidos de que en la sede de la PGJDF existen equipos de intercepción de comunicaciones, principalmente para celulares y radios.

Unos dicen que estos dispositivos tecnológicos son para escuchar los comentarios que hacen los propios funcionarios y servidores públicos, y así detectar los posibles actos de corrupción

El problema es que la señal de dichos aparatos abarca por lo menos 10 calles a la redonda de la Procuraduría capitalina.

Es decir, algunos oootros tienen la sospecha de que "alguien" en la PGJDF se entera de los que dicen hasta los vecinos cercanos y, de pasadita, de lo que comentan empleados de la Tesorería, del Tribunal Superior de Justicia, y de la Junta de Conciliación y Arbitraje.

Aunque en la dependencia a cargo del Procurador Miguel Ángel Mancera nadie admite de manera oficial que ese monitoreo de escuchas existe, lo sospechoso es que cuando a algún comandante o empleado se le ocurre hablar mal de los altos mandos, es removido tan pronto como es posible... y dicen que no lo hacen antes...

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