Línea 10

ANTE TANTO lío legal que se ha armado con la elección, quizá una buena manera de explicarlo sea recurriendo a los clásicos infantiles... como Pinocho, por ejemplo.

Pinocho era un muñeco de madera que quería ser un niño de carne y hueso; Andrés Manuel era un priista de Macuspana que quería ser Presidente.

A Pinocho, un Hada Madrina le dijo que tenía que portarse bien para conseguir su sueño; a Andrés Manuel el Hada de las Encuestas le dijo que iba en caballo de hacienda -10 puntos arriba- rumbo a su sueño.

La condición que le pusieron a Pinocho fue que no debía decir mentiras pues, de lo contrario, le crecería la nariz; y si AMLO decía mentiras, caería en las preferencias del electorado.

Y así pasó: cada vez que Pinocho faltaba a la verdad, ¡PUM!, le crecía la nariz. Lo mismo le pasa a López Obrador: cada vez que miente a la sociedad, no le crece la nariz pero cae su popularidad.

Cuando dice que va a respetar el resultado, sea el que sea, y no cumple, ¡PUM!, se cae su credibilidad. Cuando descalifica el trabajo ciudadano porque no le favorece, ¡ZAZ! otro tanto...

Cuando dice que hubo fraude y no lo prueba, una nueva caída. Cuando presenta un video tergiversado y se le cae el teatro, ¡otra vez!, vuelven a bajar sus bonos. Y cuando termina acusando de fraude hasta a sus...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR