Linajes y variantes: escuadrón viral

AutorIsrael Sánchez

Alfa, Beta, Gamma, Delta... Designadas así, las variantes del SARS-CoV-2 parecieran batallones desplegados por un obstinado comandante en su incesante campaña para burlar la defensa humana con sus elementos más peligrosos y escurridizos.

Esto al grado que, aún frente a una de las armas más poderosas desarrolladas hasta ahora como son las vacunas, el escuadrón viral ha conseguido seguir adelante con su ofensiva.

En realidad, el surgimiento de estas variantes es algo que ha ocurrido desde antes de la aplicación de las primeras vacunas, y no con esa villanía que el imaginario colectivo en ocasiones confiere a un virus que no ha hecho sino actuar conforme a su naturaleza como partícula infecciosa.

"Esta evolución o generación de variantes es normal, y se da, por un lado, como respuesta a la inmunidad que va generando el cuerpo (frente al virus); y, por otro lado, como respuesta en la competición entre los diferentes virus, ya sea entre coronavirus y otro virus, o diferentes coronavirus.

"Y estas variantes lo que buscan normalmente es ser más transmisibles", remarca en entrevista telefónica el médico cirujano, maestro en ciencias de la salud y doctor en ciencias Andreu Comas García.

El origen de todo esto está en la reproducción misma del virus. Cada vez que infecta a alguien es una nueva oportunidad para poderse replicar; sin embargo, en esta replicación ocurren errores, explica a REFORMA el doctor en ciencias bioquímicas con especialidad en bioinformática Fidel Alejandro Sánchez Flores.

"Esos errores son azarosos y, finalmente, cambian la secuencia de la información genética que tiene el virus", apunta vía telefónica el encargado de la Unidad de Secuenciación Masiva y Bioinformática del Instituto de Biotecnología (Ibt) de la UNAM, y presidente de la Academia de Ciencias de Morelos.

"Si alguna mutación o alguno de estos cambios por error confiere alguna ventaja, eso provoca que el virus se seleccione. Es decir, al tener una ventaja, como podría ser mayor transmisión, mayor replicación, etcétera, entonces la naturaleza lo selecciona porque le permite infectar de manera más fácil o eficiente a más personas".

Tales mutaciones, expone el científico y divulgador español Miguel Pita en su libro Un día en la vida del virus, habitualmente se observan una vez que un virus ha establecido una dinámica de convivencia con una especie, teniendo cada vez más encontronazos con sus defensas.

Los cambios comienzan a destacar ante el análisis de los expertos en tanto las partículas víricas novedosas logran escapar al ataque del sistema inmunológico con mayor facilidad que los viriones originales.

"Mientras no se erradique, el virus siempre podrá mutar y volver a adquirir la capacidad de infectar a individuos que superaron la enfermedad, cuyas células de memoria no reconocen claramente a esta nueva versión sutilmente distinta del virus.

"Los nuevos viriones mutantes muestran pequeñas variaciones en las proteínas, como si fuesen disfrazados, que despistan a nuestras defensas", escribe Pita.

Precisamente eso es lo que ha ocurrido con el SARS-CoV-2, que ha ido acumulando mutaciones desde que comenzara a diseminarse desde China, país en donde fue caracterizado por primera vez.

A la base de esos cambios destaca D614G, denominado así por la sustitución que ocurre del ácido aspártico (D) por glicina (G) en la posición 614 de la proteína Spike que está en la envoltura del virus, hasta ahora la parte más estudiada del mismo al ser su llave de entrada a las células y uno de los blancos de los anticuerpos.

"El primer cambio que se encuentra en este coronavirus que ya difiere de la secuencia que salió de Wuhan, el primer cambio que se registró, es el D614G", reitera Sánchez Flores, resaltando que dicho cambio ya estaba presente en la primer muestra secuenciada en México el año pasado.

"Y ha sido ya muy probado que (este cambio) tiene una mayor transmisión. Se han hecho experimentos en ratones, en cultivos celulares, y ahí se han comprobado estas capacidades y ventajas que confirman lo que se observó: el por qué de repente esta variante empezó a verse y predominar en todo el mundo".

Tanto Sánchez Flores como Comas García pertenecen al grupo de análisis del Consorcio Mexicano de Vigilancia Genómica (CoViGen-Mex), integrado por instituciones universitarias y gubernamentales que secuencian masivamente muestras de todo el País, y cuya plataforma MexCov2 permite visualizar la distribución de las diferentes variantes que han circulado en el País.

Ahí puede constatarse que en México se ha registrado el paso de un centenar de variantes distintas, muchas de ellas encontradas de forma única o en apenas un par de secuencias.

Es decir, a pesar de este amplísimo catálogo de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR