Limpio por dentro y por fuera
| Autor | María Silva |
No está de más repetir que bajar de peso sin importar la forma lleva al desequilibrio hormonal y a hacer más lento el metabolismo, por lo que ganarle el paso al tiempo es inútil.
Se trata de comer bien, de abstenerse de lo que no le sirve al cuerpo pero sí lo engorda, o peor, llenarlo de grasa saturada que bloquea las arterias, para que luego lleguen las complicaciones vasculares; es mejor estar consciente de que si la gula es uno de los pecados capitales, más vale no pedir perdón después.
Gabriela Quiroga Juárez, nutrióloga, dice que la mejor manera de empezar la dieta es por medio del agua, el amigo ideal del cuerpo si se quiere controlar el hambre por la sensación de saciedad que ofrece y que, por lo tanto, evita consumir alimentos más cargados de grasa o con calorías que no son benéficas.
"Es momento para reiniciar la disciplina de tomar agua, y si no la tenían empiecen con los 2 litros de agua requeridos al día; para hacerlo más fácil pueden tomarse uno en el transcurso del desayuno y la comida, y el otro en la tarde", agrega.
Si el gusto por el agua no es mucho, la nutrióloga da la opción de los jugos naturales o las famosas aguas de jamaica, limón o tamarindo, que hacen el mismo efecto en el cuerpo: quitar el hambre.
La primera semana
En la primera semana pueden empezar con un desayuno a base de cereales integrales, de los comerciales si así lo prefieren, o dos rebanadas de pan. Estos carbohidratos pueden combinarlos con yogur, que por su tipo de nutrimentos ayuda a favorecer el intestino y mejorar la digestión, de preferencia que sea light.
A la hora de la comida escojan una ensalada fresca de lechuga, espinacas, pepino y tomate, pero traten de no consumir carne roja (háganlo sólo unas dos veces a la semana) y combinar pescado, pollo y atún, o sea alimentos altos en proteínas y bajos en grasas.
"O también basen la alimentación en queso o papas".
¿¡Papas!?
Aquí viene la explicación de la nutrióloga: pueden ser dos taquitos de papa y ya, sin arroz ni frijoles; lo importante es la moderación, y si quieren sentirse llenos preparen una ensalada verde. La otra opción es la papa al horno sin aderezo, mantequilla o crema, que son los que engordan.
En la noche se recomienda una ensalada con pollo, o cereal con yogur, o un sandwich de pan integral con queso o pollo y algún aderezo bajo en grasa.
Lo que se tiene contemplado para esta dieta paulatina es ingerir unas mil calorías diarias, no menos porque no funcionaría el metabolismo del cuerpo.
Ejemplo de la primera semana
Desayuno: licuado de melón (1 taza de leche descremada, 1/2 melón, 1 sobre de azúcar de dieta -opcional- y 1 rebanada de pan tostado).
Comida: 90 gramos de filete de pescado a la plancha con 1 cucharada de margarina, 1 taza de arroz, 1 taza de betabel y zanahoria y agua de jamaica con azúcar de dieta.
Cena: 60 gramos de queso cottage, 5 galletas habaneras integrales, 1 taza de jugo natural y 1 taza de papaya.
Mentalmente, agrega la nutrióloga, pueden hacerse el propósito de comer saludable con una alimentación equilibrada y estar conscientes de que tal vez se tuvieron excesos y que la ropa ya no queda igual, porque aumentaron un poco de peso, y ésta puede ser la motivación para empezar a reducir la comida y hacer ejercicio.
También es importante saber que el paladar y la lengua se acostumbran a desear lo dulce de muchos de los antojitos que circularon por las mesas navideñas, como galletas o chocolates, pero pueden empezar por cambiar las frutas como postre.
"Siempre hay que tener en casa piezas de frutas o trozos...
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