Limitan legisladores rendición de cuentas

AutorJuan E. Pardinas

Los congresos estatales tienen la responsabilidad primordial de llevar a cabo la rendición de cuentas sobre los presupuestos de gobiernos estatales y ayuntamientos. La Auditoría Superior de la Federación (ASF) ha suscrito convenios de colaboración con 23 de las 32 entidades federativas para participar en la vigilancia de los recursos descentralizados. Sin embargo los gobernadores estatales se han mostrado reticentes a la fiscalización federal. De acuerdo con el informe de la ASF sobre la Cuenta Pública del 2001, no se han aclarado el 85 por ciento de las anomalías en la contabilidad de las entidades.

Los 31 congresos estatales y la Asamblea Legislativa del Distrito Federal cuentan cada uno con órganos técnicos abocados a revisar las cuentas de los tres poderes locales y los ayuntamientos. Los Organos de Fiscalización Superior (OFS)1 realizan el trabajo de auditoría al cierre del ciclo presupuestal, una vez que se gastaron los fondos públicos. Estas instituciones son el último eslabón en la cadena de rendición de cuentas en México. Cualquier acto de corrupción o mal uso del erario que no sea detectado por estas instancias pasará impune.

Financiamientopara la rendición de cuentas

Los recursos humanos y económicos de cada OFS varían de forma desproporcionada de un estado a otro, lo cual se traduce en capacidades desiguales para llevar a cabo la rendición de cuentas. Para dar una idea, el presupuesto del OFS de Veracruz, el mejor financiado del país en el 2002, contó con 144 millones de pesos; esta cifra supera la suma de los fondos para instituciones equivalentes en Jalisco, Nuevo León y Puebla. En el extremo opuesto está el caso del OFS de Yucatán, que recibió cerca de 6 millones de pesos en el mismo periodo. Oaxaca, que tiene la responsabilidad de fiscalizar a 570 ayuntamientos, sólo contó con un presupuesto de 11.5 millones de pesos en el 2003. El gasto per cápita en fiscalización superior (presupuesto del OFS por habitante) de Oaxaca ocupa el último lugar nacional con dos pesos anuales por persona, en comparación con Tlaxcala, que invierte 24, y Veracruz, 20.

El financiamiento de los órganos de auditoría no garantiza una mejor supervisión del dinero público. Sin embargo, es un hecho que instituciones mal equipadas, sin fondos para contratar y capacitar a su planta de auditores, poco podrán hacer frente a la enorme tarea de vigilar el uso del erario público. El presupuesto de los OFS depende de la voluntad política de los congresos estatales. El porcentaje del presupuesto legislativo que se asigna al OFS da una idea de la importancia que cada Congreso le otorga a la rendición de cuentas. A nivel federal, la Cámara de Diputados le entregó, en el 2002, un 11.2 por ciento de su presupuesto a la ASF.

Un legislador panista afirmó: "La verdad, a la hora de asignarle el presupuesto a la Auditoría Superior de la Federación nos duele el codo, porque cada peso que le entregamos, nos lo quitamos a nosotros mismos".

En las entidades federativas los porcentajes más bajos correspondieron a Nayarit, Oaxaca (ambos con 9 por ciento) y Aguascalientes (5 por ciento); en contraste, Chiapas y Veracruz asignaron 52.8 y 44 por ciento, respectivamente, de los gastos programados del Legislativo a las tareas de auditoría. En Nayarit, el OFS solicitó un presupuesto equivalente al de la Contraloría General del Estado, el órgano de control interno del Ejecutivo local. El OFS tiene la responsabilidad de auditar a los tres poderes y 20 ayuntamientos, a diferencia de la Contraloría, que sólo verifica las cuentas del gobernador y las dependencias bajo su cargo. A pesar de tener mayores...

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