Limitaciones no frenan su vocación de enseñar

LEÓN, Gto., mayo 14 (EL UNIVERSAL).- Saúl Ponce se estrenó como maestro hace 8 años a raíz de una enfermedad que lo dejó ciego; hoy, a sus 27 años, imparte clases de inglés en escuelas públicas y privadas; además, enseña Braille a personas con discapacidad visual y las instruye en el uso del bastón y redes sociales.

Para él no hay límites. Forma parte de la plantilla docente en tres escuelas de preescolar de la Secretaría de Educación de Guanajuato (SEG), es capacitador en el Centro de Idiomas de la Cámara Nacional de Comercio, da clases de regularización en línea y tiene su propio blog en la web.

En las mañanas acude a las aulas a dar sus clases de preescolar, se desplaza en vehículos de servicio de transporte privado, y en ocasiones su familia lo lleva; las tardes las dedica a impartir cursos y capacitaciones.

"Soy profesor de inglés, he trabajado en universidades, actualmente doy clases en escuelas privadas, clases particulares y en la Secretaría de Educación, en el Programa Nacional de Inglés (Proani) de la SEP… tengo un podcast que se llama Ponce Inglés, inglés para la vida real", dice.

En una habitación de la planta alta de su vivienda adaptada como estudio, opera una laptop con teclado especial, su teléfono celular, y dispone de material pedagógico y papelería para alumnos de preescolar. Desde ese espacio imparte sus clases virtuales, se entretiene y divierte con un cubo Rubik que arma en segundos.

Saúl se casó hace 3 años dos meses con una maestra de preescolar; su suegro y su suegra también son maestros de primaria. Su esposa, dice, lo apoya en la cuestión visual para atender las exigencias institucionales en la cuestión administrativa, como subir evidencias y fotografías.

Saúl comparte que aunque nació con un problema de salud, vivió su niñez como cualquier otro infante, jugando y con los sueños de ser policía, bombero, futbolista o doctor, pero un día perdió la vista por completo.

"En la escuela tenía problemas para ver el pizarrón, pero sí tenía visión; de repente empezó a disminuir, y ya de pronto no veía los postes o las pelotas cuando jugaba y fue que me llevaron al médico y me detectaron el glaucoma, que es una enfermedad que va matando las neuronas del nervio óptico y pues fue muy rápido, me lo detectan a los 12 años y medio y a los 14 había perdido prácticamente la vista".

"Fue un impacto, como un cambio radical", dice El apoyo de su familia y los amigos, afirma, fue fundamental para poder buscar lo que sí podía hacer, en...

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