Limita ley a Metro ante sexoservicio

AutorRoberto Garduño

Para el Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro es difícil evitar que se ofrezcan servicios sexuales en sus instalaciones.

Al tratarse de una falta administrativa que no se persigue por oficio, precisa Alfredo Carrillo García, Gerente de Seguridad Institucional del Metro, las autoridades no pueden proceder si no hay quejas de usuarios.

"No tenemos registrada ninguna queja por parte de usuarios (...) y no podemos negarle el acceso a las personas, no podemos violentar los derechos de los usuarios, el Metro es un sistema de transporte y está abierto a todo el público", señaló Carrillo García.

El funcionario aceptó que se tiene conocimiento del fenómeno, pero como sólo se trata de una charla y no se concreta un acto sexual, no pueden intervenir las autoridades.

La Ley de Cultura Cívica del Distrito Federal establece en el artículo 24 fracción VII que es una falta contra la tranquilidad de las personas invitar a la prostitución, ejercerla o solicitar ese tipo de servicio.

Las personas acusadas por esta conducta pueden ser sancionadas por el juez cívico con una multa de 11 a 20 días de salario mínimo (es decir de 712.36 pesos a mil 295.20 pesos) o un arresto de 13 a 24 horas.

De acuerdo con lo previsto en la Ley de Justicia Cívica local, los policías en servicio deben detener y presentar al infractor al juzgado cívico cuando presencian la comisión de la infracción o les es informada inmediatamente después del hecho.

Carrillo García explicó que el Metro ha adoptado protocolos ante la oferta de servicios sexuales en sus instalaciones, entre los que se encuentran mayor presencia policiaca e invitar a los usuarios a seguir un flujo constante.

"Hay más presencia (policiaca) recorridos para que aquellas personas que tienen las estaciones como punto de encuentro se evite que lleguen al lugar (...) no podemos sacar a alguien o imputarle nada", señaló.

Mónica Salazar, Directora Ejecutiva del Colectivo Contra la Trata de Personas, concuerda con la postura del Metro y cree que juzgar a una persona por la forma que viste es una clara violación a sus derechos humanos.

"Identificar a una persona que está ejerciendo la prostitución sólo por la forma en que se viste, o cómo se para o porque se le acercó a un hombre o a una mujer, es muy complejo porque caeríamos en discriminación", explicó.

Para Fernando Batista, Quinto Visitador de la CNDH, la solución al problema de la prostitución y la trata de personas es que se generen programas que sensibilicen a todas...

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