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Nunca fue obesa, pero su deseo por ser modelo y tener una figura "esbelta" la llevó a la bulimia y anorexia.
"Georgina" se provocaba el vómito después de que comía algo hasta que un día descubrió algo de sangre en el inodoro.
"Me lastimé el esófago, así que ya no podía hacerlo más y dejé de comer, me veía gordísima y las modelos en las revistas y videos eran muy delgadas, se les notaban las costillas y una minicinturita, y a mi no", señaló.
Sus padres y amigas notaron algo raro y, tras un desmayo, descubrieron su secreto. Fue así que tuvo que someterse a un tratamiento psicológico.
Eventualmente, esto le permitió tener una vida a la que ella califica como "normal", se casó y tuvo dos hijos, sin embargo, al estar expuesta a las redes sociales, las obsesiones regresaron, pese a que es talla 7, se siente gorda.
Su alimentación es saludable, pero cuando llega a ingerir calorías de más, sufre de crisis de ansiedad y termina en el gimnasio haciendo "horas extra" de ejercicio.
"Además, cuando llego a casa pongo videos con rutinas y las hago".
"Georgina" se ve influenciada por la "cultura fitness" que hay en las redes sociales. A sus cuentas de Facebook, Twitter e Instagram llegan notificaciones de mujeres con cuerpos atléticos y recetas de comida bajas en carbohidratos.
Diana García, investigadora de la UdeG, señaló que la exposición a las redes sociales y a influencers pueden alterar la salud de las personas, principalmente en adolescentes y jóvenes que han tenido antecedentes de trastornos alimenticios.
"Las redes sociales nos meten nuevos cánones, nuevos estándares a los cuales los adolescentes pueden ser muy vulnerables, precisamente por este proceso de estar en la conformación de su identidad, el estar en exposición a ciertos modelos pueden tratar de imitarlos o seguirlos e incluso pueden volverlos normales", dijo.
Al seguir a estos influencers forjan ideas de lo que es saludable, apreciable o valioso, lo que incide en la forma en como se autopercibe, cayendo en trastornos de conducta alimentaria para entrar en estos cánones.
Aunque hombres y mujeres están expuestos por igual a desarrollar bulimia o anorexia, se ve más en ellas al tratarse de estándares en belleza, pero los varones actualmente tienen "modelos" de belleza que los puede llevar a desarrollar estas conductas.
La especialista recomendó a los padres de familia estar atentos al comportamiento de sus hijos al comer para detectar posibles trastornos alimenticios.
También, a la...
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