Liga arte y amor 'caníbal'

AutorCarlos Rubio

Corresponsal

MADRID.- La relación que estableció Pablo Picasso con las mujeres era absolutamente utilitaria y, aunque se enamoraba de sus parejas, había en él una actitud que la escritora Paula Izquierdo define de "caníbal".

En entrevista con REFORMA la autora de Picasso y las mujeres afirma que el malagueño necesitaba poseerlas, pintándolas hasta la saciedad y, una vez poseídas y pintadas de forma sistemática, empezaba a destruirlas y desecharlas.

Izquierdo aporta uno de los ángulos más polémicos y controvertidos que se han expuesto sobre la vida del pintor: la creativa y a la vez tormentosa relación que mantuvo con sus compañeras sentimentales.

"Hasta ahora nadie se había atrevido a afirmar que la relación entre Picasso y sus mujeres fue la misma que existió entre el artista y su arte", asegura la biógrafa, quien expone que tras años de investigar llegó a la conclusión de que ambos aspectos están absolutamente imbricados.

"De hecho, cuando Picasso cambiaba de mujer en ese momento cambiaba de estilo pictórico, de casa, de mascota e incluso de amistades. Es decir, para él un cambio en sus relaciones sentimentales implicaba un renacimiento, al punto que se deshacía de todo lo anterior", dice.

Esta hipótesis, observa la escritora, se refleja en sus cuadros.

"Al principio de sus relaciones, las mujeres que pinta son voluptuosas, deseables, y a medida que la relación se va estropeando, en los cuadros esa imagen se va deteriorando hasta convertirse en monstruo", indica Izquierdo, quien subraya que cada estilo del artista era una mujer en su vida.

La biografía sentimental que traza Izquierdo deriva, pues, en una biografía estética, donde cada relación determina sus cambios pictóricos.

"Yo conté trece...

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