Lidia a media luz

AutorGuillermo Leal

La temporada de novilladas en el Rancho del Charro de Constituyentes no tuvo el éxito que se esperaba, pues el festejo se dio en medio de constantes apagones que retrasaron mucho el desarrollo en la inauguración.

El escenario, con capacidad para más de 7 mil personas registró una entrada de aproximadamente mil espectadores, en su mayoría taurinos, quienes mostraron su interés por la apertura de un escenario que hacía más de 10 años no daba una temporada de novilladas, pero sobre todo por la de un escenario para apoyar a los nuevos valores.

Sin embargo, los empresarios pagaron el noviciado y poco a poco el público fue abandonando el recinto, en cada uno de los cinco apagones que se suscitaron.

Se lidió el encierro de la ganadería de Germán Mercado, propietario de Montecristo, cuyos astados en general permitieron el lucimiento, sobresaliendo el segundo, tercero y quinto; animales que fueron embarcados apenas el miércoles y por ello se bajaron mucho de peso dando una apariencia de poco trapío.

En el comportamiento de los toreros, el rejoneador José Miguel...

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