El liderazgo del cambio

Los líderes pueden obtener tres tipos de respuesta ante el cambio por parte de los seguidores: obediencia, resistencia y compromiso. La resistencia es normal y hasta cierto punto natural al ser humano, es un mecanismo de protección biológica que le permite estar alerta ante un peligro potencial o real, comenta Jesús Gallego, conferencista internacional y socio director de Capital Emocional.

La resistencia se presenta cuando el líder activa este mecanismo de peligro a través de su forma de dirigir con mensajes de amenaza implícita para el que no contribuya a la transformación; lo que genera como resultado "la oposición", que no hace más que propiciar resultados de dudosa calidad, con errores y a destiempo (resistencia pasiva), o el sabotaje, la confrontación, así como rehusarse (resistencia activa).

La obediencia es una forma de decir: "sí tengo que hacer las cosas, pero no significa que tengo que dar más de mí, solo debo cumplir con el requerimiento". El verdadero compromiso es una actitud abierta de cooperación: "sí quiero, sí cuenta conmigo, estoy aquí para apoyarte y cuenta con mi iniciativa y mi esfuerzo", es una reacción con un componente emocional, basada en la confianza, es un camino hacia el aprendizaje y el desarrollo mutuo, es una interacción ganar-ganar.

Para Gallego, muchos líderes exigen que la gente obedezca; pero es contraproducente e incoherente, ya que por un lado quieren obediencia y por el otro esperan compromiso. Para lograr el compromiso el líder tiene que ver el lado humano del cambio, es hablarle a la parte emocional de las personas, al sistema límbico. Se necesita una relación y una interacción donde se observe a la gente con todas sus necesidades y posibilidades, por eso ante el cambio hay tres...

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