Buscan liderar Nicaragua: Eterno candidato

AutorAlfonso Malespín

Especial

MANAGUA.- Ya no es el joven que hace 26 años apareció con gruesos anteojos, larga cabellera negra, uniforme verde olivo, escondido entre los personajes de leyenda que eran los otros miembros de la Junta de Gobierno que se hizo del poder a la caída de Anastasio Somoza en 1979.

El Daniel Ortega de hoy es un hombre enérgico, a pesar de que ya dobló la curva de los 60 años.

Recorre Nicaragua en cruzada perenne desde 1990 -cuando perdió ante Violeta Barrios de Chamorro- a bordo de su jeep Renegado, su SUV Mercedes Benz o un helicóptero.

Se ejercita una hora al día. Corre, hace gimnasia y pesas. Se práctica un chequeo médico en Cuba una o dos veces al año, desde que hace 10 años sufriera un infarto silente.

Tanta energía le ha servido para "gobernar desde abajo", concepto que hizo público después de perder la elección de 1990 y que hizo realidad mediante los poderosos sindicatos de los 90, el movimiento estudiantil y las cooperativas de transportistas.

Cada uno de estos sectores logró poner casi de rodillas a los Gobiernos de Violeta de Chamorro (1990-1996) y Arnoldo Alemán (1997-2001).

A la primera, Daniel le arrancó dos cosas vitales: no remover a su hermano Humberto Ortega de la jefatura del Ejército y la entrada en vigencia de las reformas constitucionales de 1995 dos años más tarde.

Con Alemán, Ortega negoció el pacto político más profundo que haya visto Nicaragua desde que Somoza hizo algo igual con la oposición en 1973. Un pacto cuyas repercusiones vive el país desde hace 6 años.

Ortega es considerado hoy como el hombre más poderoso de la política nicaragüense. Tiene influencia en el poder electoral, el Poder Judicial, la Contraloría General y la Asamblea Nacional. Sólo le falta ser Presidente.

Pero la fortaleza que hoy tiene Ortega no inició ayer. En los 60, cuando los sandinistas eran una pequeña guerrilla que peleaba contra la guardia de Somoza en las montañas y asaltaba bancos para financiar sus operaciones, Ortega daba muestras de fortaleza y habilidad.

En cierto momento hubo una orden de captura y fusilamiento contra él y su hermano Humberto, ambos cabecillas de la guerrilla. No sólo escapó a la muerte sino que se hizo del poder al convocar a empresarios, cristianos y la clase media a luchar contra Somoza. Antes, había sobrevivido a 8 años de cárcel y torturas.

Tras perder en 1990 ha sobrevivido. Primero a dos crisis del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN)...

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