Del Libro Malva / Una pequeña historia de amor

AutorOlga Aguirre

Por momentos quisiera sacudirlo, ubicarlo en su papel, decirle que madure.

Otras veces, en cambio, siento deseos de abrazarlo. Es un sentimiento que me asalta de súbito; pero si yo no me creo tan súbito cariño, menos él.

Me lleva de la irritación a la ternura.

Merlín.

Este gato grande y apuesto, amarillo como un rayo de sol; este gato que le llegó a Tamara cuando apenas cabía en el cuenco de la mano, ha sido padre.

Pero no hubo compañera conocida, ni canción de recién nacidos. Merlín llegó un día, simplemente, con un crío; lo instaló bajo la sombra benéfica de los betisforum y se fue a dormir al ático.

El cachorro, gris con amarillo, los ojos grises redondeados por el asombro, posee la gracia que poseen todos los cachorros. En fin, nada del otro mundo. Pero esta criatura, diminuta y esmirriada, va de a poco ganándose el afecto de Merlín.

Es que eso de hacerse cargo de un hijo de un día para otro, debe ser difícil de digerir. Y nuestro gato se está tomando su tiempo.

Por las tardes permanecen en el jardín, muy juntos. El pequeño juguetea con los bigotes y el rabo de su padre y éste, impaciente por naturaleza, lo deja hacer.

Luego lo llama para que vaya tras él, a resguardarse en el interior de la casa; lo insta para que pierda la timidez y se acerque a nosotros. Se asegura de que su crío beba la leche que le pone...

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