Libra madre cárcel

AutorJonathan Compton

Un "jalón de orejas" fue suficiente.

Aunque ocultó por dos días el cadáver de su niña de 7 meses en un perro de peluche, Miriam Carolina Enríquez Martínez no tendrá que ir a la cárcel.

El 5 de noviembre, la joven reportó que su bebé había sido robada mientras ella se estaba bañando, en su casa, en la Colonia Arroyo de las Flores, de Tlaquepaque.

Ante la desaparición de Kimberly Vianey, la Fiscalía General activó la Alerta Amber para tratar de localizarla.

Tras ratificar su declaración, agentes detectaron inconsistencias en su historia, por lo que se ordenó practicarle la prueba del polígrafo a la madre.

Miriam reprobó ante el "detector de mentiras": primero dijo que la había vendido por 100 mil pesos, aunque terminó por confesar que entró en pánico al encontrar a su hija sin vida, en su cuna. Decidió esconder el cuerpo en el juguete: lo abrió, sacó el relleno, metió los restos de su hija y lo volvió a coser. Temía que la culparan por el deceso, aunque la autopsia determinó que murió por una neumonía aguda de origen viral.

La joven fue enviada tras las rejas de Puente Grande, acusada por delitos en materia de inhumaciones y falsedad de declaraciones.

Después de pasar tres...

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