Liberan viejos recuerdos
| Autor | Humberto Padgett |
NAUCALPAN.- Cuando la música reúne melodía, armonía y letra de manera magistral trasciende y rebasa generaciones para instalarse en el gusto de los más jóvenes o convertirse en un vehículo para volver al pasado en las mayores, explican Mario Vargas y José Anzures, conductor y productor, respectivamente, de Stereo 100.
Entrevistado durante el aniversario 24 de su programa "Back to disco" en la discoteca La Boom, su inconfundible voz y desconocido el rostro de 74 años, Vargas afirma que de manera similar a Mozart o Strauss, la música disco es permanente al ser temas escritos bajo el entendimiento de la gente y luego para su disfrute.
Abajo, entre dos mil personas de los 18 a los 50 años, pasaban de The Bee Gees con "Stayin' Alive", a Gloria Gaynor con "I will survive" o a Barry White con "Lovers in the air".
"La música disco es absolutamente democrática, balsámica, no tiene bordes que hieran, es llevarlo a uno a un estado dionisiaco, perdónese la pedantería, pero es como en cualquier época. Nadie baila igual la música disco, ninguna pareja igual a la siguiente".
"La gente", interviene Anzures, "se absorbe en el rollo de la música y jura que cuando era adolescente no tenía problemas en la vida; venían aquí cuando se llamaba el Magic, estaban en su avión y no había broncas. Ahora tratan de evadirse, es un proceso catártico impresionante; se ven mujeres de 40 y tantos años moviéndose como jovencitas de 17".
Por los pasillos de La Boom, Eduardo Camacho y Ruth Torres, ambos de 43 años de edad, van de un lugar a otro; en donde se sitúan para bailar, las personas les rodean para observarlos, él, de chaqueta plateada, pantalón y playera negra, guía a su pareja, de vestido blanco con espejuelos y zapatos de pulsera, con técnica disco adaptada a las variaciones de los años 70.
"Permanece, porque primero la gente la escuchó cuando era niño. La música ocupa las casas y todos los espacios y un niño que tiene 3 años hoy recordará la música de su papá o de la abuela, porque es parte de la vida dentro de la casa. La música tiene el suficiente imán para perpetuarse", asegura el conductor.
Adriana Rodríguez, de 22 años, observa a la pareja y afirma encontrarse en ambiente por haber escuchado la música disco de sus padres, aunque siempre le resultó ridículo la forma de bailar.
"Me gusta, pero de la misma manera en que veo a mi mamá escuchar los boleros de mi abuela; tengo varios hermanos mayores, me tocó escuchar desde el Tri Souls in My Mind, hasta Magneto en...
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