De Ley General de Lenguas Indígenas., de 29 de Abril de 2002

DE LEY GENERAL DE LENGUAS INDIGENAS, PRESENTADA POR EL DIPUTADO GUMERCINDO ALVAREZ SOTELO, DEL GRUPO PARLAMENTARIO DEL PAN, EN LA SESION DEL LUNES 29 DE ABRIL DE 2002

Con fundamento en lo dispuesto en los artículos 71, fracción II, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; y 55, fracción II, del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, el grupo parlamentario del Partido Acción Nacional, por mi conducto presenta a consideración de esta soberanía la iniciativa de Ley General de Lenguas Indígenas, al tenor de la siguiente:

Exposición de Motivos

Toda lengua, como fenómeno social y humano, es un sistema primario de signos, instrumento del pensamiento y de la acción y el medio más importante de comunicación. Con respecto a la cultura, la lengua forma parte de ella, y al mismo tiempo es su medio de expresión y entendimiento más notorio. Al estar tan estrechamente vinculada a la cultura, la lengua figura también entre los rasgos constituyentes de la identidad cultural de un pueblo. La composición pluricultural de la nación mexicana es una más de las riquezas que los mexicanos ostentamos a los ojos del mundo.

La lengua es el principal vehículo de comunicación entre los miembros de la comunidad y con las otras comunidades. Como lo menciona Stephen A. Wurm, toda lengua refleja una cultura exclusiva y compleja que se manifiestan en cómo un grupo de hablantes ha resuelto sus problemas y cómo ha formulado su pensamiento y su sistema filosófico de comprensión del mundo. Con la muerte de la lengua, o su pseudomuerte se pierde para siempre una unidad irremplazable de conocimiento y comprensión del pensamiento humano, así como su cosmovisión y cultura en general.

Según Darrell Addison Posey, profesor de la Universidad de Oxford, de las casi siete mil lenguas que existen en el planeta, entre 4 mil y 5 mil están clasificadas como indígenas. El mayor número de idiomas se habla en Papua, Nueva Guinea, donde se distinguen 847 lenguas diferentes. Le siguen Indonesia con 655, Nigeria con 376, India con 309, Australia con 261, México con 230, Camerún con 201, Brasil con 185 y Zaire con 158.

Diversos estudios demuestran que la extinción de las lenguas es un proceso que tiene lugar en casi todo el planeta. De acuerdo con el Instituto Lingüístico de Verano, de los más de 6,800 idiomas en el mundo, la mitad podrían estar en peligro de desaparecer en las próximas décadas. Otras fuentes, como el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, alertan que más de 2,500 lenguas indígenas corren peligro de extinción inmediata, siendo las más amenazadas aquellas con menos de mil hablantes. Más de mil idiomas son hablados por 101 y mil personas, otros 553 por apenas 100 ó menos. Según este Programa, 234 lenguas ya murieron.

Otros investigadores calculan que en los próximos 100 años, 90 por ciento de los idiomas del mundo se habrán extinguido o estarán por extinguirse.

La pérdida de una lengua y de su contexto cultural representa la quema de un libro de consulta único del mundo natural. Los secretos de la naturaleza, guardados en las canciones, las historias, el arte y las artesanías de los pueblos indígenas, podrían perderse para siempre.

En el caso de México, como ya se dijo, organismos internacionales reportan la existencia de más de 200 lenguas indígenas, mientras que el Censo General de Población y Vivienda de 2000, reporta por lo menos 62 y un total de 6 044 547 hablantes de 5 años y más. Esta disparidad en las estimaciones indican, por una parte, que las lenguas indígenas del país no han sido objeto de un estudio profundo y sistemático que determine de manera más exacta su número y las diversas variantes de cada una de ellas. Esto mismo, arroja apreciaciones inexactas del número de lenguas en peligro de desaparición, y aunque para algunos investigadores son alrededor de 19, podrían ser muchas más por el desconocimiento del total y su considerable fragmentación. El conocimiento de la diversidad lingüística del país y su posterior estandarización deben ser dos de los primeros pasos a realizar.

Siguiendo con las cifras del Censo, mientras que una sola lengua, el náhuatl, tiene cerca de millón y medio de hablantes (24 por ciento del total de hablantes de lengua indígena), otras como el lacandón, el kiliwua, el ixil, el cochimi, el kikapú, el kumiai, el cucapá, el cakchiquel, el motozintleco, el paipai, el pápago y el quiché, tienen menos de 300 hablantes y en el caso del lacandón son tan solo 40. El futuro de estas lenguas es incierto. Son altamente vulnerables por su limitado intercambio lingüístico. Asimismo, como bien lo expresa el Programa Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, estas lenguas no han sido objeto de sistematizaciones con fines de lecto-escritura ni se expresan en los medios de comunicación y los materiales escolares son escasos o inexistentes. En consecuencia sus hablantes compiten en una situación de clara desventaja frente al español e, incluso, frente a otras lenguas indomexicanas por lo que corren el riesgo de desaparecer en un futuro no muy lejano.

Es lamentable la falta de continuidad y homogeneidad de la política lingüística y educativa del Estado mexicano durante los últimos 75 años, lo cual no ha permitido sentar las bases de una política de Estado en estas materias, pese a que el fortalecimiento de los sistemas propios de comunicación de los pueblos indígenas constituye un factor clave para el acceso a la educación formal, básica, media y superior, para el cambio social y cultural y para los proyectos de desarrollo productivo. La negación de sus lenguas ha conducido al ocultamiento...

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