Ley que crea la Ley para la Atención de las Migraciones en el Estado de Querétaro y reforma diversas disposiciones de la Ley Orgánica del Poder Legislativo del Estado de Querétaro y de la Ley Orgánica Municipal del Estado de Querétaro.

Pág. 17806 PERIÓDICO OFICIAL 2 de junio de 2021
FRANCISCO DOMÍNGUEZ SERVIÉN,
Gobernador del Estado de Querétaro, a los habitantes
del mismo, sabed que:
LA QUINCUAGÉSIMA NOVENA LEGISLATURA DEL ESTADO DE QUERÉTARO, EN EJERCICIO DE LAS
FACULTADES QUE LE CONFIEREN LOS ARTÍCULOS 17, FRACCIÓN II, DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA
DEL ESTADO LIBRE Y SOBERANO DE QUERÉTARO Y 81 DE LA LEY ORGÁNICA DEL PODER
LEGISLATIVO DEL ESTADO DE QUERÉTARO, Y
CONSIDERANDO
1. Que para entender el fenómeno migratorio a que se refiere este documento, debemos entender a la
migración, en principio, como “el desplazamiento geográfico de individuos o grupos, generalmente por causas
económicas o sociales”, según definición de la Real Academia Española. No entremos, por ahora, a la
multiplicidad de variantes e implicaciones que ésta involucra, pues nos interesa, de inicio, delinear un marco
conceptual mínimo para los efectos de la presente Ley.
2. Que cuando en México se habla de migración, se piensa, casi en automático y de manera generalizada,
en los mexicanos indocumentados que cruzan la frontera norte hacia Estados Unidos de Norteamérica y en los
flujos de personas migrantes que buscan el mismo destino provenientes, fundamentalmente, de Centroamérica,
y la problemática asociada con tales flujos, como la desorganización y precariedad que identifican sus
movilizaciones originadas, por lo general, en las causas que los llevan a abandonar sus países de origen: la
violencia, la pobreza o la falta de oportunidades que allí se viven, además de lo que deben enfrentar en su
travesía por nuestro país antes de alcanzar la frontera norte: asaltos, violencia, trata de personas, maltrato e
inclusive la muerte.
A simple vista y sin mayor análisis, pareciera que la migración se reduce a esos flujos migratorios de nacionales
y de personas no nacidas en México que van de tránsito por nuestro territorio rumbo a los Estados Unidos de
Norteamérica y la problemática asociada con los mismos, con lo que el fenómeno migratorio, visto así, quedaría
reducido a una problemática coyuntural muy acotada que requiere ser atendida con medidas acordes con la
temporalidad y las características del recorrido. Es decir, la creación de albergues y el otorgamiento de ciertos
apoyos, como atención médica, alimentación, empleo temporal, repatriaciones, etcétera, y el fomento al respeto
de sus derechos humanos por parte de autoridades y ciudadanos.
Si nos conformamos con una visión sobre el fenómeno migratorio como la expuesta, corremos un serio riesgo: el
de desestimar la enorme riqueza y los aportes positivos que las migraciones humanas llevan siempre consigo al
lugar que eligen como destino para radicarse en él, sea temporal o definitivamente.
3. Que abordar el tema del fenómeno migratorio meramente desde una dimensión nacional y bilateral,
orientada hacia un solo sentido y un solo conjunto humano, dará por resultado una visión unidimensional que
dejará fuera del campo de análisis, para su atención, otras importantes dimensiones, la mayoría de ellas muy
positivas en los ámbitos económico, social y cultural, además de todos los intercambios favorables que en los
hechos genera la movilidad de las personas.
4. Que sin el fenómeno migratorio no existiría hoy un mundo globalizado y, tal vez producto del
aislacionismo, no tendríamos acceso a infinidad de conocimientos y avances científicos y tecnológicos, saberes
ancestrales, mercaderías, plantas medicinales y comestibles, gastronomía, etcétera, que las comunidades
humanas han intercambiado desde tiempos inmemoriales gracias a las migraciones. Sin la posibilidad de migrar,
la infinidad de talentos que surgen en un lugar determinado tal vez nunca se desarrollarían en la misma medida
en que hoy lo hacen en países distintos a los de su origen, ni podrían, por tanto, regresar con conocimientos
nuevos, recursos y experiencias para el enriquecimiento de su propia comunidad.
Nuestro país ha sido beneficiario de los continuos movimientos migratorios hacia dentro y hacia fuera, y por ello
desde hace varios años las autoridades mexicanas han procurado realizar una gestión eficiente de este fenómeno
para el beneficio mutuo de las personas migrantes, del país al que llegan y de sus países de origen. Así lo ha
establecido por ejemplo la Secretaría de Relaciones Exteriores en diferentes momentos, al proponer y trabajar
en agendas distintas relacionadas con este fenómeno al señalar:

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