La República de las Letras

AutorHumberto Musacchio

La Semana Negra, una fiesta popular

En promedio, más de 100 mil personas visitan cada día la fiesta conocida como Semana Negra de Gijón. Para los habitantes de la Ciudad de México tal vez la cifra no diga nada, pero ocurre que la población gijonesa no llega a los 300 mil habitantes y es como si a la Feria del Libro de Minería asistieran diariamente 6 millones de los seres que pueblan la zona metropolitana. De ese tamaño es la desmesura y el éxito de este festival literario creado hace 18 años por la locura de Paco Ignacio Taibo II, quien, ante los profundos desajustes sociales generados por la reconversión industrial de los años 80, tuvo la ocurrencia de ofrecer literatura a quienes carecían de pan. Lo más increíble fue que hubo otros locos que lo acompañaron en la aventura y la primera Semana Negra se abrió con cuatro librerías, ocho bares y una pequeña feria de juegos mecánicos. La respuesta de la gente no fue parca: 73 mil personas por día asistieron a los espacios donde se colocaron los puestos y se celebraron las presentaciones de libros y autores. En este 2005, son cuarenta las librerías, sesenta los bares, 140 los aparatos de feria y casi incontables los lugares que ocupan los vendedores de artesanías, las ONG y los tinglados de ecuatorianos y zenegaleses que tratan de ganarse unos euros con la venta de sus baratijas ante el acoso de las autoridades migratorias, a su vez intimidadas por la resuelta actitud de los organizadores, quienes se proponen mantener la Semana como un espacio libertario y solidario, abierto y despierto. Tan despierto, que después de las 22:00 horas, cuando el largo día de estas latitudes se va a dormir, la muchedumbre sigue llegando para prolongar la juerga hasta el amanecer, pues un enorme escenario al aire libre ofrece amplia programación artística, las exposiciones de artes visuales se mantienen abiertas y en una gran carpa se alternan cantantes y escritores que dialogan con los más de 100 mil visitantes que llegan en cada jornada.

Cómo organizar una exitosa fiesta cultural

Los años pasan y la Semana Negra crece. Incluso ya se da el lujo de escoger patrocinadores, pues ha demostrado que es negocio. El secreto está en que se trata de la fiesta de toda una ciudad y, para ser exactos, de toda una región donde la gente responde cada vez mejor a la iniciativa de celebrar una feria del libro en la que el papel protagónico lo tiene la literatura, pero debidamente rodeada de lugares para darle gusto al oído y al...

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