Leonora, la mística

AutorTeresa Martínez

Ver una obra de Leonora Carrington es viajar al inconsciente, al espíritu, al ser interior.

Tal vez ahí reside su atractivo, pese a ser creaciones complejas que contienen el misticismo de culturas antiguas, seres fantásticos que representan divinidad y el instante del ser iluminado.

A 100 años de su nacimiento, descubre las fuentes que influyeron a la surrealista, fallecida en la Ciudad de México en el 2011.

1 ALMA REBELDE

Carrington nació el 6 de abril de 1917 en Lancashire, Inglaterra. Era hija de un acaudalado empresario textil. Desde niña tuvo un espíritu rebelde que la mantuvo en su deseo de estudiar y crear arte, aunque su padre se oponía.

Estudió arte en Florencia y tenía 20 años cuando conoció al surrealista Max Ernst, con quien vivió un intenso romance. Él definía a Carrington como "la desposada del viento".

En el contexto de la Segunda Guerra Mundial, Ernst es recluido por los nazis, Carrington es internada en el hospital psiquiátrico de Santander tras una crisis nerviosa, luego escapa para llegar a Lisboa y de ahí se traslada a México, en 1942.

De este lado del mundo formó una familia con el fotógrafo Chiki Weisz. Tuvieron dos hijos: Gabriel y Pablo. Entabló también una fuerte amistad con la artista española Remedios Varo. Además del surrealismo, compartían el interés por la alquimia.

Por un lado, Varo explica la evolución espiritual del ser humano. Sus pinturas son como un encriptado manual de iniciación con metáforas y secretos por descubrir.

"La pintura de Leonora también es narrativa, pero se osa más en la iluminación del instante puro como vivencia", define Magnolia Rivera, experta en ambas artistas.

"Está más enfocada en la catarsis, en hacer de cada lienzo una explosión que revele la experiencia viva. Nos acerca al último rincón del ser o a la divinidad así: de golpe.

"Remedios es más intelectual, más didáctica, nos pinta el camino, pero Leonora pinta su camino, su forma de entender el mundo.

2 FUENTES FANTÁSTICAS

De niña, Carrington estuvo influenciada por la cultura irlandesa, por el origen de su familia materna, indica Susan Aberth, historiadora de arte especialista en surrealismo latinoamericano.

Un ejemplo es la obra literaria de James Stethens, autor de The crock of gold, también por las leyendas irlandesas de Tuatha Dé Danann y de Sidhe, narraciones de la mitología celta sobre el origen divino de los irlandeses.

Más tarde estudió alquimia y temas esotéricos como el Tarot, la Cábala, el Budismo tibetano y otras...

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