'Mis lentes son rosas porque así veo la vida'
| Autor | Rodolfo G. Zubieta |
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LOS ÁNGELES.- La risa es la mejor medicina para el alma...
De ello está convencido Ted Danson, actor icónico de cine y televisión que ha forjado su carrera en torno al buen sentido del humor.
Danson asegura que las carcajadas le han permitido conseguir el éxito, sobreponerse ante el dolor, conocer gente maravillosa y disfrutar de uno de los tesoros más grandes con que todo artista sueña: el cariño del público.
"Una de las primeras cosas que me propongo cada vez que voy al trabajo es encontrar el humor en la vida. Mis lentes son rosas porque así veo la vida. Quiero ser feliz en todo momento, quiero reír hasta cansarme", afirma el histrión de 64 años.
Pero eso no significa que no disfrute proyectos cargados de drama, como CSI, serie que protagoniza desde hace un par de años.
Y es que su trayectoria es muy variada, pues desde 1975, cuando debutó en la televisión con la serie Somerset, Danson se ha forjado un currículum que incluye por igual labores como actor (79 títulos), productor (7 proyectos) y hasta músico (cantó varias veces en Cheers).
Lo curiosos es que, de niño, él vivía alejado de los medios de comunicación y sumergido en la lectura.
"Leo mucho. Mi mamá solía leerme tragedias griegas cuando tenía 4 años. Me la pasaba leyendo y jugando con caballos en Arizona, donde pasé mi infancia.
"Mis amigos eran de las tribus Hopi y Navajo, así que iba a sus villas a ver cómo hacían sus bailes religiosos, no como algo intelectual, sino como diversión para mi vida llena de fantasía".
Por eso, Edward Bridge Danson III (su nombre real) trata de evitar lo más que puede las redes sociales y la tecnología, ya que, a su parecer, éstas sólo alejan a la gente de la verdadera tarea del ser humano: vivir la vida al máximo.
"Mi niñez llena de juegos fue muy rica debido a que no teníamos televisión. Estoy feliz de haber crecido sin televisión. Pero también, al final, vean en lo que me convertí", dice entre risas.
Paradójicamente, en casi 40 años de carrera la pantalla chica ha sido su reino, pues ha creado personajes emblemáticos y queridos por todo tipo de público en series como Becker (1998) y Cheers (1982), ésta última la culpable de que sus papás finalmente compraran un televisor.
"Cuando hablo con...
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