El legendario martini a la italiana

AutorLuis Marcet

¿Recuerdan aquellas películas en blanco y negro, y las primeras a color? Siempre se recibía en casa a los invitados con una elegante jarra de martini, que parecía inagotable. Parece mentira, pero actualmente se ha convertido en uno de los pocos cocteles que aún no está en vías de desaparición, frente al ataque de las innumerables preparaciones.

¿Cuándo y dónde nació?

Hay versiones como en todo. En el Waldorf Astoria se sienten los inventores, pero si va recientemente, verá sustituidas las bellas y estilizadas copas martineras por unos vasos cuadrangulares con el borde grueso. Un insulto al concepto clásico del martini.

Para mí, este origen, queda descartado.

Crucemos el charco y caigamos en otro, lleno de serpenteantes aguas en donde encontrará muchas góndolas, turistas y de vez en cuando, un gondolero simpático y cantor.

Paseé por Venecia y tras hacer reservación, llegué al Harry's Bar, en la calle Vallaresso. Es el lugar que hizo famoso Hemingway, porque de ahí no se movía cuando arribaba a la Gran Signora. Hizo popular el martini sea alguien de la saga Cipriani o fuese una genialidad más de él. Aunque prefiero inclinarme por la imaginación del barman.

En definitiva, de las más o menos múltiples versiones, me quedo con la del Harry's.

En este singular establecimiento, le aseguro le prepararán el mejor martini que jamás haya probado. La ginebra, que deberá ser Bombay Sapphire, la...

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