Cartas del Lector / Impugna reformas de Ley General de Salud

Hubo un albazo en el Congreso de la Unión con la mayor trascendencia social y del cual prácticamente no se ha visto nada en los medios.

Me refiero a las reformas a la Ley General de Salud que se aprobaron la semana pasada, donde además de redefinir el embarazo, se le da relevancia jurídica a la voluntad de los adolescentes (es decir, menores de edad) prohibiendo la intromisión de cualquier acto "arbitrario" en el tema y dándole supremacía a su decisión en temas de salud sexual sobre las decisiones, creencias religiosas o ideología de las personas que ejerzan la patria potestad sobre ellos o los representen legalmente, en otras palabras, se deroga o por lo menos se limita desde una Ley General de Salud, la patria potestad de padres y tutores.

Es cierto que estas reformas a los artículos 63, 64, 65 y 71 bis, entre otros, pueden ser altamente cuestionadas desde el punto de vista moral, y claro por el religioso.

Pero aun si hacemos a un lado esos dos puntos de vista, la reforma resulta una contradicción total, ya que eliminar los derechos (y hasta las obligaciones) de la patria potestad en la materia de salud sexual va en contra de varios siglos de doctrina civilista y contra algunos principios que nos vienen desde los romanos por ser naturales a la relación padre-hijo.

Lo anterior representa un grave riesgo social para las futuras generaciones, pues abre la puerta a una rebeldía legalizada y provocará conflictos legales entre esta ley y los diversos códigos civiles de la República Mexicana.

Además de lo anterior, la redacción manejada en el artículo 64 está hecha en términos tan amplios que permite que toda aquella injerencia, por ejemplo de un padre o tutor, en la decisión de un menor en alguno de estos temas pueda ser considerada...

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