Lázaro Azar / Florestán el gemidor

AutorLázaro Azar

Contra las expectativas y vaticinios más pesimistas, este domingo volvió la ópera a Bellas Artes con un título por demás significativo: Fidelio, la única aportación beethoveniana al género, y para su escenificación se procuró congregar "lo mejor que tenemos" en cuanto a talento, aunque, como todos sabemos... para gustos se hicieron los colores. Dicho esto, cabe precisar que una cosa puede o no gustarnos, y otra es que funcione. Que sea una opción apta... o no.

De entrada, para el sector más reaccionario del público que asiste a la ópera, la ambientación de Jorge Ballina resulta shockeante. Tan molesta, que no faltó el sarcástico que me comentara "cómo ves que no se ha muerto Gurrola", confirmando que, para muchos, las cambiantes escenografías de Ballina constituyen una perturbadora distracción al adquirir esa presencia de la que carecen los estáticos telones pintados. Ya se imaginarán: si de por sí sus propuestas son caleidoscópicas, ahora que más que frenarlo -y con Jesús Hernández colaborando en la iluminación- parece que le dieron línea para que "se vea" toda la mecánica teatral de que ya se dispone. Excesivo para algunos, a otros nos resultó una opción congruente para arropar esta historia.

Algo similar ocurre con el trazo marcado por Mauricio García Lozano, de quien celebro el humor -¿involuntario?- con que ilustró la Marcha -cuando los soldados retratan a sus prisioneros- y que funciona, independientemente de dónde esté ambientada la escena. Sus personajes ahí están. Claros. Definidos, y a pesar de cuánto se cuestione la pertinencia de "ilustrar" un pasaje instrumental, es de alabar lo realizado con la Obertura, que lejos de ser un homenaje a Bob Fosse, tiene el mérito de "ir con" y no contra la música.

De igual manera que el resultado alcanzado por Xabier Ribes con el coro fue digno y alentador, desde el foso la labor concertadora de Niksa Bareza fue correcta -lo cual ya es mucho decir-, no así el resultado. ¿Cuándo tendremos una función sin deslices ni pifias tan evidentes? Si...

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