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Lázaro Azar / Ensayo... de un crimen

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Vincent
AutorLázaro Azar

Perdí la cuenta de cuántas veces anunció y pospuso la Ópera de Bellas Artes la puesta del Nabucco de Verdi. Han transcurrido 18 años desde la última vez que la vimos escenificada en este recinto y, tras asistir este jueves 14 a la tercera de cuatro funciones programadas de esta ópera, seguimos sin verla. Bien dijo un amigo "chicavale, para lo que están presentando actualmente, si la ponían en versión concierto salíamos ganando".

No es primera vez que una propuesta de Luis Miguel Lombana acaba pecando de... "propositiva" (perdón por el eufemismo). ¡¿Cómo olvidar cuando trasladó a Kosovo la acción de Il trovatore?! Siguiendo con la misma tónica y emulando la reciente puesta de La sonnambula de Bellini que Mary Zimmerman realizó para el Met, "sobreponiendo las realidades del ensayo con la escenificación de la ópera", al pretender Lombana una dualidad entre la preparación del estreno y el momento del mismo con aquello que el público pagó por ir a ver -que es la ópera como tal, por si hiciera falta precisarlo-, lo más que logra entre el público tradicionalista, que es fiel a este género, es llevarlo del sopor al tedio, pues una sería su brillante idea y otro, es el fallido e incoherente resultado.

Pretender que la versión musical de alguna "historia bíblica" se desarrolle simultáneamente en más de un planono es novedad alguna, y al recordar el gran éxito que tuvo la versión cinematográfica que en 1985 dirigió José Luis García Sánchez de la zarzuela La corte de faraón de Vicente Lleó, es imposible no establecer comparaciones. Más que lamentar aquí la ausencia de un antojabilérrimo Antonio Banderas que nos presentaran como Dios lo trajo al mundo, se deplora la falta de trazo escénico.

A ver: ¿para qué meter a Verdi a escena si no se le dará presencia ni interacción alguna? ¿Hay alguien tan ingenuo que crea que al poner "ensayando" al coro ya se disimuló la incapacidad de darles movilidad?

¿De qué sirve un coro entusiasta y solvente -salvo en su intervención final a capella, durante la cual sepultaron con gritos y desafinaciones la buena impresión previa- si este tiene la gracia de un fardo?, eso sí: bien movidos durante el Va...

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