¡Cuál lata!

AutorSalomón García

Por la practicidad que tienen, los alimentos enlatados se vuelven imprescindibles en esta temporada, cuando resurgen para ser transformados en platillos originales y rápidos.

De éstos, el atún y la sardina son básicos, pues al agregarles vegetales frescos, hojas, olivas y alcaparras, se obtienen exquisitas alternativas.

El origen de los alimentos enlatados data del siglo 19, cuando se desarrollaron gracias a las guerras, como una práctica manera de que los soldados siempre llevaran consigo alimentos.

Fue Napoleón I quien buscó la forma de conservar los alimentos para las guerras, pero fue Nicolas Appert quien logró hacer este proceso. Tiempo después, sin embargo, Peter Durand mejoró el proceso en 1810 al hacer pruebas en envases de metal.

Desde hace miles de años el hombre ha considerado al mar como una fuente inagotable de recursos, de donde obtiene principalmente producto con el que se alimenta, siendo ésta una de las principales materias primas, además de los cárnicos y vegetales.

En la actualidad, muchos de los pescados y mariscos que se usan en otras latitudes se pueden encontrar aquí, tanto frescos como enlatados, surgiendo así numerosas propuestas con las que se pueden elaborar deliciosas alternativas cuaresmales.

Salvador Terán, chef ejecutivo de VH-18, indica que se puede encontrar una variedad amplia de productos enlatados.

"Encontramos desde lo más común, lo más convencional, que es el atún, ya sea en agua o en aceite, además de sardinas de forma natural, en aceite o en salsa de tomate; mejillones, ostiones ahumados, angulas, pulpo en su tinta o de alguna otra forma preparada, y bacalao desmenuzado".

Los productos enlatados son una opción de la cual se puede sacar mucho provecho, pues si no hay confianza para comprar producto fresco en las tiendas de autoservicio, estos alimentos podrán sustituirlos, pero no el real sabor.

Entre las ventajas que ofrecen está la larga vida de anaquel que tienen, señala Terán. Sin duda, el tiempo es muy prolongado antes de que se abran las latas.

"En cuanto a sabores, son completamente diferentes", agrega. "En el caso del atún fresco, el olor, la apariencia, la frescura que tiene y ese sabor intenso y delicado al mismo tiempo son aspectos que no posee el atún que ya viene procesado".

La amplia gama de productos de los que México goza es una gran aliada al momento de elaborar propuestas culinarias, en donde el principal producto sean los alimentos del mar enlatados.

"Para mezclar estos ingredientes...

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