A lo largo de una cicatriz citadina

AutorYaotzin Botello

REFORMA/ Especial

Fotos: Yaotzin Botello

BERLÍN, Alemania.- No todas las cicatrices después de tantos años se convierten en un atractivo, y ése es el caso del Muro de Berlín, un trazo que va por toda la ciudad y que se ha estado regenerando año con año para que pueda ser visitado.

Hace 15 años, el 9 de noviembre de 1989, se abrieron las fronteras a los berlineses del Este y con ello cayó el comunismo. Los bloques de concreto de tres metros de altura que conformaban el Muro se fueron quitando poco a poco y Berlín recuperaba parte de su belleza original.

Aquellas zonas por donde pasaba el Muro habían quedado desoladas porque no sólo se trataba de una simple pared, sino de una franja de hasta 15 metros de ancho que corría paralela funcionando como área de seguridad para la Policía y que, como se colocó de manera arbitraria, se tuvieron que derribar edificios habitacionales.

Quince años después, la cicatriz sigue ahí y no desaparecerá porque las autoridades se han preocupado por darle una mejor imagen, a tal grado que se están recolocando nuevos bloques de concreto para que los turistas la admiren como fue en la realidad.

Los 160 kilómetros que aislaban al antiguo Berlín Occidental (de los cuales 106 kilómetros eran Muro y el resto alambrado) de la Alemania Oriental están siendo rehabilitados para que peatones y ciclistas puedan pasear por ahí.

Este proyecto se conoce como "Camino del Muro", y con él se busca pavimentar, reforestar y señalizar tramos de esa antigua línea fronteriza para que cualquiera pueda visitarla. Tiene un costo estimado de 4 millones 700 mil euros (unos 70 millones de pesos).

Las obras aún no terminan, sobre todo las que van por las afueras de Berlín, pero muchas áreas ya se pueden visitar sin contratiempos para ver monumentos tan valiosos como los de cualquier otra urbe europea.

Atractivos por el Camino del Muro

Entre el 13 de agosto de 1961 y el 9 de noviembre de 1989 se erigió un muro que reforzó el régimen comunista que imperaba en Alemania. En la parte que tocaba a Berlín, éste impedía que los alemanes del Este se escaparan hacia el Oeste en busca de más libertades. Hoy sólo quedan restos que bien se pueden ver en forma de una línea de ladrillos que "cicatrizó" la ciudad, o como pedazos de pared que quedan en su lugar original.

La línea pasa discreta por lugares como la Puerta de Brandenburgo, una de las decenas de puertas que había en Berlín para los caminos que llevaban a las diversas ciudades aledañas como Cottbus...

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