Lanzan trilogÃa en TV
| Autor | Bruno Bartra |
"Les vamos a contar lo que se dice, se sabe y lo que de plano se omite", dice José Agustín al inicio de la serie televisiva cuya primera de tres partes se transmite mañana a las 22:00 horas por Canal 22, adaptando a TV su trilogía Tragicomedia mexicana, un recuento de la vida cultural y política de nuestro país, de 1940 a 1994.
Al igual que los libros, la serie parte de la conflictiva y sangrienta elección interna del Partido de la Revolución Mexicana durante el sexenio de Lázaro Cárdenas, cuando Manuel Ávila Camacho y Juan Almazán eran los contendientes para la candidatura presidencial.
"En realidad era gente del sistema y en el momento necesario supo distanciar lo personal y enfatizar lo pragmático; cuando fueron las elecciones de 1940, obviamente la gente con la que él simpatizaba no iba a tener el poder y prefirió entonces designar a Ávila Camacho, a sabiendas de que él iba a tratar de cambiar prácticamente todo", comenta el autor en entrevista.
Acompañado de una música -realizada por Álvaro Ruiz y Ernesto Díaz- coherente que alude a los hechos que se tratan, así como un acervo de imágenes tomadas de archivos, noticieros, películas y de la Filmoteca Nacional, esta coproducción entre la UNAM, Canal 22 y el propio José Agustín ofrece una visión crítica e irreverente.
Siguiendo el estilo de su obra escrita, José Agustín conjuga la historia política con las chistes populares del momento respecto a los gobernantes, así como el desarrollo de la cultura y las artes; en el sexenio de De la Madrid retoma el auge de la corriente democratizadora.
"La política de De la Madrid fue muy difícil de digerir, porque como niño aplicado que se suponía que era, aplicó todas las recetas del Banco Mundial, el FMI y el gobierno de EU, era tan dócil, como ahora Calderón, que le perdieron todo el respeto, lo trataban como Don Baboso.
"Creó una casta que se colocó sobre los desplazamientos naturales que tenía el PRI (...) cuando Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo vieron que los dejaban fuera del pastel se empezaron a movilizar como locos y encontraron un descontento muy notable".
Finalmente, explica la caída de Cárdenas para 1994, cuando se perdió gran parte del impulso que se había logrado seis años atrás.
"Cárdenas no ganó porque estaba manejando una política mucho menos clara y no tenía los elementos protagónicos ni el carisma ni muchas cosas que habían operado a su favor en el 87-88 (ello) se vio muy bien, Ceballos se los comió vivos a él y a Zedillo".
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