Lanzan huevos a Padierna

Una lluvia de huevos y basura, injurias y empellones fueron los frutos de la política de reordenamiento del Centro Histórico y la revisión de giros negros aplicada por Dolores Padierna en la Delegación Cuauhtémoc, desde hace cuatro meses.

La inconformidad de los ambulantes, retirados desde el 7 de enero de las calles del primer cuadro de la ciudad y los trabajadores de los giros mercantiles clausurados, se reflejó ayer cuando la funcionaria perredista arribó a la Asamblea de Legislativa del DF, donde dio su primer informe ante diputados.

Dolores Padierna y su gabinete de directores, fueron abordados por más de 2 mil inconformes que atacaron con botellas de plástico, agua, huevos crudos y consignas.

Con caras largas, melenas despeinadas y sacos fuera de su lugar, la comitiva entró al Salón Verde de la Legislatura Local; ahí, Dolores Padierna respiró, dejó atrás la agresión esperada, pero sorpresiva, tomó agua y se sentó para enfrentarse al diputado panista Francisco Solís, con quien desde hace meses ha intercambiado acusaciones.

Padierna preveía lo que sucedería, minutos antes de llegar al lugar, denunció que líderes de ambulantes y trabajadores de "giros negros" como güi güis y sexo servidoras, preparaban desde días antes un enfrentamiento para evitar que llegara a la comparecencia y los acusó una vez más: a los líderes comerciantes de caciques y a los dueños de giros negros de mafiosos.

Solicitó entonces a Leonel Godoy, Secretario de Seguridad Pública del DF, que evitara el cierre de la puerta de la Asamblea a su llegada. La funcionaria perredista caminó rodeada de su gabinete y personal de Protección Civil, desde el Eje Central hasta Allende, donde fue recibida por una masa desenfrenada con letreros y consignas.

Al llegar a la valla humana por donde pasaría fue recibida por una decena de personal de resguardo de la Asamblea que poco pudo hacer cuando Padierna y sus acompañantes recibieron proyectiles de todos lados.

Lograron librar las agresiones y la puerta se cerró. A los pocos momentos se percataron que la directora Jurídica y de Gobierno, Lenia Batres, estaba atrapada entre los manifestantes; la tensión se sintió. ¡falta Lenia! gritaban Padierna y el resto de su gabinete. Batres entró poco después con el saco desacomodado y la cara desencajada.

Antes de entrar, la Jefa Delegacional aseguró que no tenía miedo a lo que fuera a suceder; cuando cruzó la puerta, su rostro reflejaba lo...

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