Lamentan la falta de espacios silentes
| Autor | Abraham Vázquez |
El poco tiempo de silencio, no sólo en la vida de un niño, sino en general, es lo que más le preocupa de la vida en el Siglo 21 a Daniel Goldin, editor de textos infantiles, quien la noche del jueves abrió las actividades de la Primera Feria del Libro Infantil y Juvenil en el Museo Metropolitano de Monterrey.
"Hay pocos espacios de silencio para nuestro desarrollo psicológico, pero creo que hay un enorme mito de que la gente no lee, y no le gustan los libros", dijo Goldin, quien ha publicado a autores como Francisco Hinojosa, autor del best-seller de literatura infantil mexicano "La Peor Señora del Mundo".
Una obra literaria para niños en la actualidad no puede limitarse a las barreras de la edad, lo creíble o la imaginación, expresó el editor, quien después de más de 15 años de dirigir la gerencia de obras para niños en el Fondo de Cultura Económica, ahora emprende una nueva aventura editorial, asociado con la española Serres.
"El esfuerzo que hemos hecho algunos editores es publicar cosas que vayan incitando a los niños a rebasar los límites de lo creíble, a violentar una concepción estrecha de la realidad, porque la literatura para niños y jóvenes es todavía un campo que explorar y desarrollar", comentó Goldin, en entrevista previa a su participación en el evento librero.
"Un buen texto para niños es un buen texto para adultos y debe de hacerle sentir al lector que es un texto vivo, debe convencer al lector que de alguna forma es verdadero, y no me refiero a que sea una copia de la realidad, sino que pueda provocar carcajadas y en otros casos ira, enojo, lágrimas o un distanciamiento crítico con la realidad", agregó.
Un movimiento joven
Al hablar sobre la literatura infantil en el País, la cual despegó hace 25 años, el editor nacido en 1958, en la Ciudad de México, opinó que aún es un movimiento joven, aunque ya cuenta con algunos logros como el haber puesto al alcance obras de autores mexicanos.
"Si lo vemos desde una perspectiva de la relación entre la cantidad de niños y de la producción de libros, o del potencial, podemos decir que estamos en una situación precaria: no hay mucho, no todo lo que hay o poco de lo que hay es de buena calidad, todavía el encuentro de los niños con los libros es un encuentro fortuito, no es una cosa fácil.
"Pero hace 25 años no había una producción editorial más que simbólica, lo que se publicaba eran libros destinados a un solo sector, mientras que hoy hay una abundante producción tanto estética como...
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