Entre lágrimas y dolor despiden al hijo pródigo de Huayápam

SAN ANDRÉS HUAYÁPAM, Oax., agosto 8 (EL UNIVERSAL).- Día de sol, tarde de lluvia. Horas de lágrimas. Huayápam llora a su hijo pródigo, el hijo que llevó en alto el nombre de su tierra más allá de las fronteras mexicanas.

"Él está vivo, siempre va a estar en mi corazón, así contento como era", dice doña Sofía Reina García al haber perdido a su hijo, Virgilio Ruiz García, director de la banda musical oaxaqueña Tierra Mojada, y quien apegada a su fe, se niega a aceptar su muerte.

Son las cinco de la mañana del lunes, la oscuridad del amanecer acompaña a la familia, quien con dolor recibe en San Andrés Huayápam, el cuerpo del músico asesinado la noche del sábado al término de una presentación en Salamanca, Guanajuato.

El hogar de Virgilio durante 40 años, se convirtió en el escenario de su funeral. Sobre el ataúd resalta una fotografía que lo describe alegre y un clarinete, su instrumento favorito con el que sobresalió durante 31 años; se inició en la música a los ocho años.

Coraje. En la entrada, Heliodoro Ruiz García, clarinetista, integrante de Tierra Mojada y hermano de Virgilio, recibe a los demás miembros de ésta agrupación, con 17 años de trayectoria.

Mientras acepta los abrazos, se da un espacio, y narra la forma en que fue asesinado su hermano; no fue un asalto, aclara, se trató de un mal entendido con uno de los invitados a la fiesta de XV años, evento al que habían sido contratados y por el cual viajaron la noche del viernes hacia Guanajuato.

"Una persona en estado de ebriedad pidió un saludo, nosotros lo mandamos, pero él no lo escuchó y cuando terminamos nuestra presentación nos retirábamos, ya estábamos en el autobús cuando dispararon", explica.

Es absurdo el motivo por el que perdimos a nuestro hermano...

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