El Lago vive en Xochimilco

AutorIsaac Flores

Un sistema de cultivo sobrevive entre el laberinto de canales e islas artificiales que conforman uno de los últimos vestigios del lago que rodeó a Tenochtitlán.

La práctica chinampera, que consiste en la construcción de islotes para aprovecharlos como área para la agricultura, lleva siglos asentada al sur de la Ciudad de México, en el humedal de Xochimilco.

Pero su uso está en riesgo de desaparecer.

Ese es el escenario que describen los autores Luis Zambrano y Rubén Rojas en el libro "Xochimilco en el siglo XXI".

En éste, se detalla cómo rastros arqueológicos indican que la cultura chinampera antecedió, no sólo a la fundación de Tenochtitlán, sino a la propia llegada de los mexicas a la región.

"Históricamente en el tema de la raíces de la Ciudad se lleva todo el crédito la cultura mexica, cuando la cultura mexica se aprovechó del desarrollo que ya tenía el imperio xochimilca", asegura Rojas en entrevista.

"El imperio xochimilca, como lo comentamos en el libro, llegaba territorialmente hasta la zona de Tepoztlán-Amecameca, y desarrollaron este sistema chinampero que proporcionó alimento a toda la región".

La superficie por la que se extendieron los islotes de cultivo llegó a ocupar 15 mil hectáreas durante la época prehispánica.

Actualmente, se reduce a 64, en las que este sistema depende hoy de unas 100 familias, quienes han resistido a la urbanización desorganizada y a políticas hídricas que han traído como consecuencia la contaminación de los canales y, en algún momento, hasta su desecamiento.

En el libro se relata la llegada de dicha tribu a las orillas pantanosas del gran lago y la transformación del área que emprendió el grupo al adoptar la producción chinampera. Conforme las islas iban poblando la rivera, el propio ecosistema iba ganando en biodiversidad, con una multiplicación de orillas que permitió una mayor cantidad de sitios para que animales y plantas se reprodujeran y se alimentaran.

"En lugar de tener un humedal que funciona como todos los humedales, que de repente tiene zonas muy someras, esto es, muy poco profundas, y luego zonas muy profundas, aquí, los xochimilcas decidieron hacer islas, y esas islas aumentaron las zonas de orillas", explica Zambrano, investigador del Instituto de Biología de la UNAM.

"Y las zonas de orilla son especiales, porque en todos los humedales, las zonas de orilla es donde hay más biodiversidad, entonces multiplicaron la biodiversidad del lugar, no sólo en término de número de especies, sino...

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