LABORAtorio / Marcaje sindical

AutorÁlvaro García Parga

No es extraño toparse, especialmente al exterior de obras en construcción, con banderas o lonas que muestran el nombre y emblema de algún sindicato que dice llevar la representación de todo trabajador que pone pie en ese lugar.

Marcar territorio para reclamar, incluso desde antes de contar con trabajadores, la representatividad colectiva era hasta hace poco una práctica muy común. Colocar mantas o banderas como forma de ostentar la titularidad.

Si bien existen aspectos positivos que la fijación de lonas trae, que van desde crear una identidad sindical o como símbolo de unidad, también es cierto que éstas se han utilizado como medio para afirmar el dominio y control de alguna central obrera sobre otras por llegar y ha sido por esto último que la autoridad ahora va contra el marcaje sindical.

Este año, de manera discreta, la Secretaría del Trabajo federal emprendió una campaña para retirar las mantas de los sindicatos que anuncian representar a los trabajadores que laborarán en empresas en arranque o en construcción.

De manera conjunta la Secretaría del Trabajo y el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral han realizado inspecciones en centros de trabajo con el objetivo de inhabilitar las mantas o lonas de los sindicatos que no cuentan con la constancia de representatividad. Desde mi perspectiva, la autoridad se ha extralimitado en varios de los operativos que ha realizado.

La reforma en materia laboral, en efecto, da a los trabajadores en México el derecho, vía voto libre y secreto, a elegir al sindicato que les representará o, en libertad, optar por no afiliarse a ninguno.

Para que un sindicato logre el respaldo de los trabajadores requiere realizar trabajo de campo, con las bases, presentarse ante ellos, crear sentido de identidad. ¿Si la autoridad les coarta la posibilidad de promoverse en el centro de trabajo, entonces dónde lo harán?

Queda claro que la intención es cuidar se respeten las nuevas reglas en materia de representación colectiva, sobre todo ante la pulsión por continuar controlando corporativamente a los trabajadores...

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