Katherine Heigl: Esa rubia debilidad
| Autor | Doly Mallet |
Es alta, rubia y con cuerpo curvilíneo. Aunque inició en el drama con el papel de Isobel "Izzie" Stevens en la serie Grey's Anatomy (que le valió un Emmy en el 2007), lo suyo, lo suyo son las comedias románticas.
Desde Ligeramente Embarazada (2007), Katherine Heigl conquistó al público con el papel de una mujer exitosa en su profesión, pero que se descuida embarazándose de un tipo perdedor.
A partir de entonces, la actriz de pelo platinado no ha tenido miedo al ridículo en cintas como 27 Bodas (2008), La Cruda Verdad (2009) y Ámame o Muérete (2010), en las que siempre interpreta a una chica aparentemente segura de sí misma, pero que toma decisiones equivocadas en el amor y luego resulta que son las correctas.
Eso nos recuerda a las películas de antaño, de Marilyn Monroe, en las que una mujer curvilínea y sexy se enamoraba del hombre que saca a flote sus inseguridades.
"Soy muy fan de las comedias románticas, las amo y las voy a ver a los cines", expresa Heigl en una suite del Hotel Regency en Nueva York, donde promociona su nuevo filme, Bajo el Mismo Techo (Life As We Know It, 2010).
"Mi personaje en esta cinta tiene más decisión en su destino. No está esperando a que el hombre caiga a sus pies, cosa que eventualmente pasa; pero cuando ella se da cuenta de esto, lo presiona a que tome una decisión, no por ella, sino por el bien de la familia.
"La verdad es que empujar a los demás a tomar decisiones es una característica de alguien fuerte, porque no espera que el destino resuelva las cosas. Ella toma el control de lo que quiere y es clara en eso, por supuesto, es un riesgo y grande".
La oriunda de Washington repite el patrón de la enamorada del tipo equivocado, en este caso, Josh Duhamel, quien es el típico patán mujeriego y poco responsable.
Los protagonistas no se soportan, pero se tienen que ver al ser los padrinos de la hija de unos amigos en común. Las cosas se complican cuando los papás de la pequeña mueren, y ellos son elegidos como los tutores.
"Holly y Eric son opuestos. A él no le importa mucho lo que hace, es relajado y simple. Ella es responsable, organizada, un poco obsesiva compulsiva; tanto en su vida personal como en la profesional necesita saber a dónde van las cosas", explica la actriz de 31 años.
"Estos dos personajes son lanzados a una situación que nunca vieron venir, se enfrentan al reto de sacarlo adelante lo mejor que pueden y eso significa sacrificar mucho de sus vidas".
MAMÁ EN LA VIDA REAL
Lo que es muy diferente...
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