Karla Wheelock: Entre la vida y la muerte
| Autor | José Luis Tapia y Ricardo Coello |
Para ascender a las cinco montañas de las siete que componen el Grand Slam, Karla Wheelock ha pasado de todo. En una ocasión el caer en una grieta en plena avalancha en el Manaslu, le salvó la vida; en otra, un cadáver se interponía en su camino a la cumbre del Everest... debió pasar por encima de él para lograrlo.
Los ascensos que Karla ha logrado a través de su brillante trayectoria como montañista han sido gracias al esfuerzo personal, tanto físico como para conseguir los apoyos económicos indispensables en cada viaje, pues cada ascenso en cumbres internacionales, implica un gasto superior a los 10 mil dólares, cargar un equipo de 12 kilos e promedio con la subsecuente pérdida de peso debido al esfuerzo.
En el ascenso al Manaslu, el cual forma parte de la cordillera del Himalaya, Karla y otros dos alpinistas fueron arrastrados por una avalancha de nieve, por suerte ella cayó en una grieta que le salvó la vida, lamentablemente uno de sus compañeros falleció en el lugar.
Licenciada en Derecho en la Universidad Autónoma de Coahuila, Karla mantiene una mentalidad positiva pues más allá de considerarla como su peor experiencia, asegura que es la mejor por una razón muy simple: "¡Estoy viva! ¡Me salvé! A lo mejor está entre las experiencias más duras, difíciles, pero estoy viva". En otra ocasión, estuvo a punto nuevamente de no regresar a México, cuando al iniciar el ascenso del Everest por la cara norte, la alpinista mexicana tuvo la ayuda de ese sexto sentido famoso en el sexo femenino.
"En el Everest por el norte veníamos bajando de la cumbre, iba a hacer un rapel, iba en el segundo escalón, que es muy expuesto, hablamos de 8 mil 600 metros. Ya estaba cansada y por ahí tuve un sexto sentido: volteé y chequé los anclajes y se me quedaron en la mano. Ahí, si no he hecho eso, adiós", asegura.
Para llegar a la cima de las montañas y de su carrera, Karla ha tenido, literalmente, que pasar hasta sobre el cadáver de alguien para conseguir su meta.
"Tenías que brincarlo para poder subir, no había de otra".
En diciembre, Karla espera convertirse en la tercera mujer en conseguir el Grand Slam del montañismo. Las dos que la antecedieron son la japonesa Januko Tabei y la francesa Bridgitte Mure.
El monte Carstensz, en Oceanía, y con una altura de 4 mil 987 metros, lo atacará en los primeros días de noviembre, mientras que el séptimo, el Vinson, en la Antártica, y con 4 mil 889 metros de altura, buscará ascenderlo en diciembre o principios del 2001.
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