Karen Batres / La palabra vacía

AutorKaren Batres

Estos tiempos de Covid nos hacen poner el ojo en algo que tenemos poco atendida: la salud mental, y dentro de ésta, los desórdenes psiquiátricos.

En un estudio realizado por la OMS en 2011 para evaluar la calidad de atención para pacientes psiquiátricos en México, se encontró que un 16 por ciento de los ingresos involuntarios ocurre en hospitales generales, y un 67 en hospitales psiquiátricos.

El porcentaje elevado se debe a que estos pacientes generalmente se presentan en un estado agudo y sin la capacidad para aceptar un ingreso voluntario. En esos casos, un familiar y dos testigos firman una carta para realizar el ingreso.

Al irse controlando el estado agudo de un malestar psiquiátrico, la persona ingresada puede dar su consentimiento y seguir con su tratamiento, o darse de alta si no acepta seguir hospitalizada.

En los hospitales psiquiátricos durante 2008, menos de 2 por ciento de los pacientes fue aislado o restringido debido a su condición.

Sin embargo, todo el mundo que trabaja en una determinada área de la salud mental puede contar casos espeluznantes de abuso con alevosía y ventaja.

Por fortuna, son los menos, pero las implicaciones de esos escasos ingresos son importantes, por un motivo particular: no existe ninguna organización o instituto, o regulación con dientes -léase inspectores o autoridades-, que vigile la situación de los internamientos involuntarios.

El hecho de tener que avisar al Ministerio Público de cada internamiento involuntario es, o sería si funcionara bien, una protección para el psiquiatra y el paciente.

Puede suceder que un paciente de ingreso involuntario, ya estabilizado, decida salir del hospital y demandar al psiquiatra que lo internó. Si por descuido no se ha avisado al Ministerio Público, el paciente puede acusarlo de secuestro.

Un caso así en la Ciudad de México resultó en un año de cárcel para el psiquiatra involucrado. En Monterrey habría que parar las antenas al respecto.

En realidad, el aviso al Ministerio Público no tiene muchas consecuencias para el paciente. Nadie inspecciona ni revisa el procedimiento de ingreso si no existe una denuncia. En un caso de abuso, es el...

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