Karen Batres / El control del discurso

AutorKaren Batres

Las elecciones locales de 2021 son probablemente las más importantes en la historia moderna de México, porque en ellas se juega la supervivencia de México como democracia, como sistema económico moderno y como poseedor de una Constitución que garantiza, para cada mexicano y mexicana, una serie de derechos humanos.

La importancia de las elecciones locales no puede negarse. Gobernadores, Alcaldes, Diputados y Senadores, tanto de Congresos locales como del federal, determinarán si se desmantelan las instituciones que son los instrumentos que protegen la Constitución.

El partido político del Presidente López, según encuestas que periódicamente salen en medios, pierde dominio, igual que el mismo Presidente.

Los motivos son muchos, pero hay dos que pegan: la seguridad en franco declive, y la pandemia con sus nefastas consecuencias en la salud de los mexicanos y en el desastre económico que está propiciando.

La derrota del partido político del Presidente López no es una quimera, como muchos dicen, porque "no hay oposición". No es cierto. Oposición hay, pero se debe cambiar el discurso.

Uno de los problemas que enfrentan los medios de comunicación, y todas las personas que discuten, debaten o comentan sobre la administración del Presidente López, es la trampa de la palabra.

El que controla el discurso controla el marco de referencia del ciudadano; lo esencial es comenzar a pensar en términos más realistas y menos propagandísticos.

No estamos viviendo una cuarta transformación. El término tiene aires de largo plazo, mesiánicos, de progreso, de cambio hacia un futuro mejor, pero es una mentira que reforzamos cada vez que imprimimos o decimos la frase, aunque lo hagamos en tono de crítica o sorna.

Lo que estamos viviendo en una estrategia política para eliminar la democracia, las instituciones autónomas que la garantizan, establecer un control férreo del erario, y prolongar al Presidente en el poder el tiempo que él quiera o pueda.

El truco de querer meter a aprobación popular la revocación de mandato -otro término capcioso- durante las elecciones del año entrante era para colocar al frente la imagen de López y así distraernos del hecho de que en su partido político existen muchas corrientes locales que peligran.

Esperaba que, con él en la mente de los votantes, se pasarían por alto las desilusiones que muchos ciudadanos sienten en relación con ese partido.

Cada vez que usamos un término lopeciano, reforzamos la visión que el Presidente quiere imponer...

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